Seguimos con nuestras entrevistas en el mes del Padre. En esta ocasión vamos a hablar con el psicólogo Alejandro Busto Castelli, padre de dos hijos, conferenciante y director de Psicología Ceibe.
¿Cómo explicarías esa revolución interna que provocó en ti la paternidad?
Cuando me preguntan esto o yo me pongo a escribir sobre ello, la metáfora que aparece una y otra vez es la de volver a nacer. La paternidad ha supuesto para mí, un cambio en muchas áreas de mi vida incluyendo todas las decisiones que tienen que ver con lo profesional.
De hecho Psicología CEIBE surge al calor de la paternidad consciente durante una excedencia, viviendo cada minuto del día con mis cachorros y mi pareja.
¿Cuál crees que es la clave para una relación armónica en familia?
Para mí es fundamental un alto nivel de comunicación emocional o profunda entre todos sus miembros. Obviamente para llegar a comunicarnos con nuestros hijos desde ese lugar el referente de cómo lo hace la pareja es básico. Una pareja que hace del dialogo una celebración del vínculo y del amor es un ejemplo poderoso para sus hijos.
¿Qué aconsejarías a nuestros lectores?
Resulta fundamental acompañar esta visión de la comunicación, con educarlos emocionalmente, porque la comunicación emocional es conciencia y expresión de lo que sentimos. Es imprescindible que los pequeños puedan decirnos que están rabiosos, tristes o felices y porqué.
Todo este marco incluye conceptos muy manoseados en la última década como el de empatía. Todo el mundo habla de empatía, miles de libros en diferentes ámbitos, folletos escolares a mayor gloria de la empatía.
¿Realmente se empatiza con los niños?
La visión adultocéntrica en educación castra descaradamente el respeto a la visión que de la vida y el mundo tienen los niños. Y eso es dejar de respetarles. Por lo tanto en su sistema donde no se respeta a una parte del mismo, no puede existir nada que se le parezca a la armonía.
De la misma forma que muchas mujeres durante el embarazo se preparan para la maternidad acudiendo a cursos, grupos de apoyo, buscando el acompañamiento de una doula, ¿deberían crearse y normalizarse cursos y grupos de hombres para prepararse para la paternidad?
Estamos tardando. Aún estamos en la fase de remover conciencias, de reclamar un espacio. Pero estamos tardando en construir y dar forma a esos espacios para la paternidad. En este momento, en este mes tan significativo, andamos hablando algunos padres y profesionales sobre dar forma a los llamados círculos de padres. Un espacio para que los hombres padres podamos expresarnos y contenernos mutuamente.
Yo siento que 2013 será un año de novedades en este sentido.
Y respondiendo a tu pregunta con una visión de futuro y de cambio cultural, a donde nos dirigimos probablemente es a que todo el apoyo y la formación se encaminen a las parejas como un todo. El comienzo del viaje de la Mater/paternidad juntos. No se me ocurre mejor lugar. Esto en este momento es completamente utópico.
¿Deberíamos trabajar para crear círculos de hombres similares a los círculos que se dan entre mujeres?
En un principio si, creo que es por donde hay que comenzar. Hasta ahora la realidad es que los hombres más conscientes y emocionales han usado los espacios tradicionalmente diseñados para la mujer. Así hemos ido apareciendo en los cursos pre parto y en algún grupo de crianza.
Necesitamos un espacio en solitario primero, para sacarnos de encima las sombras de nuestros roles heredados. Necesitamos desesperadamente asesinar a “Peter Pan”, para luego sumarnos a círculos de apoyo conjuntos, como te decía antes. Nuestro proyecto CEIBE quiere comprometerse en esta labor y en eso estamos.
¿Qué límites o tabúes crees que tiene todavía la sociedad para que a los hombres les cueste tanto sacar su lado tierno incluso con sus propios hijos?
Mi visión es que los hombres tenemos que aprender a recorrer el camino de las lágrimas, es decir conectarnos con nuestra esencia emocional. O reconectarnos. Por que si bien nuestro punto de partida no es el mejor, por una maduración tardía de nuestro sistema nervioso central, el destrozo y la castración emocional la produce la sociedad y la cultura actual.
Hay que abolir las banderas de la supuesta fortaleza masculina vinculada al no sentir. Es imprescindible cuestionarnos a quien y a que servimos cuando dejamos de sentir, cuando abandonamos los vínculos emocionales.
Dejar de ser maquina emocional para ser maquina racional es ser parte del engranaje capitalista y solo sirve a la perpetuación de un sistema profundamente injusto en muchísimos ámbitos, entre otros la infancia y la mujer.
¿Qué necesita un padre para salir de ese bucle de silencio respecto a sus sentimientos y poder lanzarse a disfrutar de su paternidad de forma intensiva?
Como hombres y padres tendremos que mirar de una vez a los ojos del niño que fuimos. El que lloró un día, el que se alegró cuando no tocaba, el que disfrutó de “portarse mal”, el que odió y sintió rabia públicamente, para vergüenza de sus mayores. Ese día volveremos a ser libres para sentir lo que nos de la gana.
Ese día gritaremos al mundo que ser Padre es mas importante que cualquier otra encomienda vital, que amamos y sufrimos junto a nuestros hijos le pese a quien le pese, que queremos ser parte consciente de sus vidas, y que estamos dispuestos a construir minuto a minuto, codo a codo, decisión a decisión junto a sus madres, la escenografía necesaria para que ellos elijan en libertad, que papel quieren jugar en esta sociedad y en esta cultura que les toca vivir y desgraciadamente sufrir también.
Le agradecemos al psicólogo y padre Alejandro Busto Castelli la entrevista que ha concedido a Bebés y más, tan llena de sinceridad y potencia. Y os invitamos a seguir atentos pues en los próximos días publicaremos una entrevista a nuestro editor: Armando Bastida. Llega una nueva paternidad. No lo dudéis.
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