La lactancia materna siempre ha de comenzar después del parto, lo más pronto posible, ya que así se facilita la secreción de leche o la llamada “subida de la leche”.
De 48 a 96 horas después del parto, la succión del bebé aumenta los niveles de prolactina (es una hormona que estimula la producción de leche) y de oxitocina (esta permite que la leche pueda salir por la contracción de las células).
Generalmente todas las mujeres están capacitadas para la lactancia, aunque en raras ocasiones, algunas mujeres manifiestan una ausencia total de secreción por la mama, la llamada agalactia.
También existen raros casos de necrosis pituitaria extensiva, ocurre con el síndrome de Sheehan y por tanto la mujer no puede amamantar. Si no te ha subido la leche también puede ser por hipotiroidismo, en tal caso los pediatras recomiendan la lactancia artificial, ya que no puedes tomar medicación, esta podría pasar al bebé a través de la leche.
En todo caso no hay que agobiarse si no se puede amamantar al bebé, tu pediatra te aconsejará la alimentación más adecuada para él.
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