Luz suave, de formas curvadas y fácil de transportar. Es de ese tipo de cosas que no te das cuenta lo útiles que son hasta que no las tienes.
Permite darle el pecho o el biberón por la noche sin necesidad de encender luces, y lo mejor es que puedes llevarla de una habitación a otra. Es ideal también para cuando los niños son más grandes y hay que hacer una excursión al baño a medianoche o simplemente para no dejar la habitación a oscuras.
Tiene una unidad recargable que queda enchufada a la pared. Si quieres lo separas y te lo llevas o lo dejas en la pared como luz de noche. El precio es de 35 dólares.
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