Leemos en La Vanguardia un pequeño artículo titulado Paternidad de verano en el que animan a invertir los papeles de los progenitores para que los hijos conozcan cómo debe ejercerse la paternidad, cumpliendo las tareas y funciones de forma equitativa entre la madre y el padre, sea la limpieza de la casa, las compras, los cuidados de los niños, etc. Esto debería realizarse en todos los hogares en los que no es la tónica habitual, y ya de paso asumirse de ese modo.
Hay casos, como cuando ha habido una separación y no se ha logrado la custodia compartida, en los que es imposible que los menores perciban la igualdad de género. En este caso, lo importante y necesario para los hijos es que disfruten de la compañía y del día a día del progenitor que no tiene la custodia. La paternidad de verano habla de los padres que no pueden ejercer por un motivo u otro su labor como padre, quizá también pretenda tocar con la varita mágica el corazoncito de esos hombres que no se involucran ni en la educación de los hijos ni en las responsabilidades domésticas.
Otro punto de vista a tener en cuenta es que, generalmente, en las familias aferradas a la antigua tradición de que la madre asume las responsabilidades del hogar, son tantas las labores que tienen que desempeñar que poco tiempo pueden dedicar al ocio con sus hijos, los niños no necesitan tener una madre que sólo se dedique a proporcionarles las necesidades básicas en cuanto a alimentación, higiene y educación, también tienen que disfrutar de los paseos, de los juegos, de reunirse para ver una película, etc.
Casi todos pensamos igual, deberíamos tener más vacaciones para poder disfrutar más de la familia. ¿Se os ocurre algo?
Vía | La Vanguardia En Bebés y más | Ser padre, todo un desafío En Bebés y más | Guía para padres con poco tiempo y mucho cariño En Bebés y más | Un valioso regalo: dedicar un tiempo sólo para nuestros hijos