Ayer pude leer en El País un artículo que reflexiona sobre la generación de madres que cuida a abuelos, hijos y nietos y cómo está desapareciendo este tipo de "supermujer". Me resulta interesante leer cómo se habla del agujero que este hecho supone en el Estado del bienestar, sobre todo por la demanda social de guarderías y geriátricos.
¿Pero qué se entiende por Estado del bienestar? Es un concepto complejo y que comporta visiones muy subjetivas. Las guarderías aparecen en el artículo como uno de los pilares en este aspecto para la sociedad, aunque no es el único.
El sistema público no cubre la petición de guarderías. Ésta es una demanda que está ahí y necesita ser atendida. Las cifras hablan de que en España hay cerca de millón y medio de niños menores de 3 años y sólo el 16% tiene plaza en un centro infantil público, mientras que un 43% de las familias demanda el servicio.
Muchas madres y padres no desean o no pueden renunciar a trabajar y ya muchas abuelas y abuelos no quieren o no pueden ocuparse de los más pequeños, lo cual me parece estupendo: "Yo ya hice lo mío, no me quedo con ellos para que sus padres vayan al cine. Al cine voy yo". Quizá las cosas fueran diferentes si otras alternativas a la guardería fueran viables y efectivas en nuestra sociedad, pero de momento no lo son.
También el artículo hace hincapié en que aún son muchas las abuelas, tías y madres que ejercen una solidaridad femenina no escrita para salir adelante, mientras que algunos abuelo, tíos y padres parecen "exentos" de estos quehaceres. Ojo, en mi opinión, esto está cambiando poco a poco, y además muchas de esas exenciones son impuestas por las féminas.
En el artículo también encontramos una historia de una madre que en los 60 se multiplicaba para cubrir en los periódicos de la época los grandes conflictos internacionales y amamantar a sus siete hijos, buscando huecos en el trabajo, con ayuda de la abuela que le llevaba a los bebés cada 3 horas:
"Renuncié durante años a todo, a la música, al cine, al teatro. O iba detrás de un niño o detrás de la noticia. No quise dejar ninguna de las dos cosas, me gustaba mi trabajo, pero también ser madre, adoro los niños. No lo hacía por virtuosa, sino porque no nos quedaba otra."
Realmente loable, pero ya no estamos en los 60 y hoy día, ¿dónde se ve el avance para unas madres que no quieren renunciar a nada, ni a sus hijos ni a su vida profesional? ¿Cómo se busca ese Estado del bienestar? En el artículo, sólo hallamos una referencia al hecho de que las mujeres necesitan para seguir siendo "supermujeres", al margen de las guarderías, la ayuda del estado de la ley de dependencia.
Pero no se habla de, por ejemplo, una ampliación de bajas y permisos por maternidad y paternidad, o de otras ayuda para cuidar a los hijos menores en casa, o de la igualación de las familias monoparentales...
Ese agujero en el "Estado del bienestar" tal vez no sería tan grande fijándose (todos) más el bienestar de los pequeños, buscando otras soluciones, fórmulas diversas las hay, solo que necesitan más apoyo y eco en la sociedad.
Vía | El País En Bebés y más | Coordinadora por unas nuevas políticas familiares En Bebés y más | Suspenso en conciliación familiar-laboral y sus consecuencias En Bebés y más | Madres insumisas: quiénes son, qué reivindican En Bebés y más | Las ayudas por hijos en España En Bebés y más | Tomar la decisión de dejar, temporalmente, de trabajar En Bebés y más | Ayudas para fomentar la natalidad, ¿quién da más? En Bebés y más | Feliz día de la mamá trabajadora, o no En Bebés y más | Presentada en Europa nueva fórmula para conciliar la vida laboral y familiar En Bebés y más | "Los chavales de hoy en día son los que menos afecto reciben de toda la historia" por Carlos González