Seguro que muchas de las advertencias que me hacían cuando estaba embarazada se han cumplido. Ahí está la sabia experiencia de otras madres y padres más o menos jóvenes "sentenciando", y en algunas cuestiones tendrían su razón. Pero está claro que esa bolita mágica que todos creemos tener para pronosticar el porvenir de los futuros padres no funciona siempre.
Pero ahora me ocupo de aquellas cosas que me decían antes de tener a mi bebé y que de momento no se han hecho realidad. Para que veamos cómo cada persona, cada madre, cada bebé, es un mundo y no se puede hacer predicciones certeras siempre... ¡por suerte! Si a todos nos pasara lo mismo, qué aburrida sería esta aventura de ser papis...
Seguro que a todos nos ha pasado eso de volver a los amigos o familiares y comentarles: "¿Ves? ¡Esto no ha sucedido como me dijiste!"
- Dejar de viajar: "Los viajes se han acabado por una temporadita". Ya os he contado aquí que estuve en París con mi bebé, aparte de otras escapaditas. Cambian las prioridades y el modo de desenvolverse en los destinos, pero no han desaparecido los viajes.
- Poner al bebé al teléfono para que oigan sus ruiditos al otro lado. Siempre me ha desesperado que lo hagan conmigo, por la sencilla razón de que... en ese momento se callan. Ninguna de mis amigas puede "acusarme" de que ahora yo lo haga con ellas.
- Dejar de dormir de un tirón... durante años. Es cierto, pero en mi caso sólo durante los primeros meses. Por fortuna, mi bebé duerme estupendamente y aunque tiene noches y noches, ahora es habitual que todos durmamos sin sobresaltos por la noche.
- Ponerle lazos en la cabeza a mi bebé: "Tú también le pondrás lacitos en la cabeza". Sigo esperando a que le crezca el pelo.
- Dejar de escribir en los blogs: "Olvídate de Internet". Aquí está la prueba de que no se ha cumplido.
- Dejar de dormir la siesta. Pues, ya lo estamos consiguiendo...
- Ver la tele por la noche. Bueno, este punto imagino que va unido al de no dormir de un tirón. De momento, y ya que el cine aún no lo he pisado (en eso sí acertaron), puedo ver películas o algún programa en la televisión por la noche.
- Sustituir mis bolsos por los bolsos o capazos del bebé. Mi colección de bolsos sigue creciendo, aunque ya no los escojo pequeños.
- Dejar de leer el periódico. Lo intento, y lo consigo, varias veces a la semana.
- Usar una mini-cuna. Menos mal que no la compramos. No nos ha hecho falta en ningún momento.
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