Nuestros hijos desean explorarlo todo y sus manitas a veces se van a los lugares mas inadecuados. Tapar los enchufes, apartar los objetos delicados, poner seguros en las puertas para que no se cierren bruscamente, evitar que puedan alzarse a una ventana abierta, colocar en armarios altos los productos tóxicos son todas medidas de seguridad que debemos adoptar para evitarnos un disgusto. Una de esas ideas indispensables es evitar que pueda tocar un radiador.
Llega el verano y ver los radiadores se convierte en una cuestión estética mas que funcional. Sin embargo, pensando en la época de frío, no es una mala opción mirar como podemos conseguir que los más pequeños no los toquen y puedan hacerse daño. Por tanto, decoración y utilidad son razones muy buenas para elegir un cubreradiador.
Normalmente estos objetos son muy serios, y nada adecuados para la habitación de los niños. Pero he encontrado un diseño precioso y útil que seguramente puede tener cabida en nuestras casas. Se trata de estos cubreradiadores personalizados. Con la foto elegida, que se imprime en una tela especialmente tratada y que deja pasar el calor. Me han parecido preciosos y muy indicados para que la habitación de los niños sea segura, algo que debemos tener los padres siempre presente.
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