Ya nos hemos ido con los peques a la playa, pero hoy queremos acercarnos a otro destino favorito para estas fechas. Estamos de vacaciones de verano en la montaña con los niños, y lo vamos a pasar de fábula en un entorno muy especial.
Campo y montaña van a ser la elección de aquellos que optan por huir del calor y de las playas masificadas y prefieren estar rodeados de naturaleza y a una temperatura más agradable. Pero eso no significa que no puedan disfrutar de un buen baño en el río, el lago o la piscina, junto a muchas otras actividades interesantes propias de este entorno.
Alojarse en la montaña con niños
Si bien en la montaña pueden existir hoteles, es más frecuente que la oferta de alojamiento se centre en camping y casas rurales o apartamentos rurales. Antes de escoger el lugar donde queremos dormir hay que asegurarse de que se adecuen a nuestras necesidades.
Muchos campings están perfectamente acondicionados para acoger a las familias con niños pequeños, si bien las casas rurales suelen ofrecer más intimidad y comodidades. Si estamos acostumbrados a la tienda de campaña no nos importará la incomodidad a la hora de dormir o las estrecheces. En muchos campings suele haber actividades programadas para los pequeños.
No obstante, hay muchos campamentos que tienen cabañas o casitas que no se diferencian de las casas rurales, con las comodidades que nos pueden venir muy bien con niños pequeños, como baño propio, cocina, camas... y la ventaja de tener un entorno comunitario donde compartir con otras familias los espacios comunes.
Las casas rurales son más íntimas (también más caras), aunque muchas ya se sitúan en complejos que pueden tener piscina, parque infantil...
En el caso de que existan hoteles en la zona, las ventajas son, como en el caso de hoteles de playa, la comodidad de limpieza de la habitación o no tener que cocinar. Entre los inconvenientes, principalmente el precio, aunque puede ser una opción válida si nuestra estancia va a ser corta. Los horarios fijos o la poca flexibilidad en las comidas son otros inconvenientes si viajamos con niños pequeños.
Nos alojemos donde nos alojemos, hemos de comprobar y asegurarnos del precio que pagan bebés y niños, una de las dificultades a la hora de encontrar alojamiento cuando viajamos con ellos, ya que es un concepto que a menudo no está claro en el proceso de reserva.
Actividades en la montaña con niños
No nos vamos a aburrir en la montaña. Los paseos en plena naturaleza son estupendos para la salud y muy divertidos, siempre que tengamos en cuenta ciertas precauciones que veremos a continuación. Hacer senderismo con los niños estimula los sentidos y el organismo, disfrutamos del paisaje y del aire puro, aprendemos con cada planta, cada insecto, cada ave...
En el campo y en la montaña tendremos múltiples recorridos a pie o en bicicleta, incluso con los bebés podemos disfrutarlos en un carrito todoterreno o mochilas portabebés.
No dejemos pasar las zonas de picnic para hacer almuerzos, comidas o meriendas, iremos con las provisiones que sean necesarias, elegiremos un buen sitio a la sombra y a disfrutar cuidando el medio ambiente, sin ensuciar nada.
Columpios en plena naturaleza, baños en el río o el lago, visita a la piscina, a la granja, juegos tradicionales en el campo, escalada para niños, paseos a caballo... son otras opciones que encontramos en muchos lugares de montaña.
Pero no tenemos que estar siempre en el campo si no lo deseamos. Los pueblos y las ciudades que tenemos próximas tienen mucho que ofrecernos: monumentos, museos, parques...
Precauciones en la montaña con niños
Es importante que, para disfrutar del senderismo o paseos en bici, nos aseguremos de que la ruta que vamos a realizar no presenta dificultad. Preguntemos a la gente del lugar, consultemos en los planos, las oficinas de turismo o Internet las mejores rutas para realizar con los niños. La protección contra las picaduras de insectos es importantes si son habituales en la zona.
No conviene adentrarse en rutas no señalizadas que no conozcamos, ni peligrosas, y hay que avisar siempre a alguien del camino que vamos a tomar, por si ocurriera cualquier imprevisto y no nos podemos comunicar. En cualquier ruta es imprescindible el calzado y la ropa cómoda, las gorras...
No estamos en la playa, pero en la montaña la incidencia del sol no es menor. Por ello es importante aplicar el protector solar adecuado para los niños, buscar las sombras en nuestros paseos y evitar las horas más calurosas para realizar las excursiones. De este modo prevenimos un golpe de calor. El uso de gorras y prendas frescas de algodón son otras medidas para proteger a los niños del sol.
Otra cuestión importante es mantener al bebé o niño hidratado, llevar agua suficiente o darle el pecho más a menudo para evitar la deshidratación durante las excursiones. Hagamos las paradas que sean necesarias para descansar, comer, beber y reponer fuerzas.
Llevemos las provisiones suficientes, sin olvidar líquidos y frutas abundantes, más necesarios si cabe en verano. De este modo obtendremos la energía necesaria para disfrutar de la jornada hasta el final. ¡Veréis qué bien dormimos todos al acabar el día!
Pasear rodeados de naturaleza, disfrutando del paisaje, el aire puro y observando la flora y la fauna propias del lugar, se convertirá en una experiencia inolvidable. En los próximos días seguimos ofreciendo consejos para disfrutar del verano con los niños en nuestro Especial Verano. Recetas refrescantes, entretenidas manualidades y juegos, consejos... nos esperan.
Fotos | Greg Walters y Michele Benericetti en Flickr-CC En Bebés y más | Diez consejos para disfrutar de las vacaciones con niños, Recomendaciones para viajar con niños: adaptarnos a sus necesidades, Verano con niños en la playa