Baby-Led Weaning y miedo al atragantamiento: ¿tienen más riesgo los bebés que comen en trozos que los que comen triturados?

Baby-Led Weaning y miedo al atragantamiento: ¿tienen más riesgo los bebés que comen en trozos que los que comen triturados?
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En los últimos años, el método Baby-Led-Weaning está ganando popularidad como manera de introducir la alimentación complementaria a partir de los seis meses.

Este método se basa en ofrecer al lactante diferentes alimentos (habitualmente sólidos) y dejar que sea él quien decida qué come y cómo lo come. Son muchos los padres que están interesados en esta forma de alimentación, pues podría ofrecer algunos beneficios respecto a la clásica alimentación con triturados. Sin embargo, la mayoría están preocupados por la posibilidad de atragantamiento.

¿Se atragantan más los niños que hacen BLW?

Existen ya varios artículos científicos que analizan si los niños que practican BLW se atragantan más que los que comen triturados.

Uno de los primeros fue publicado en la revista Pediatrics en 2016. En él participaron 206 embarazadas, que se dividieron en dos grupos: el primero introduciría a sus bebés la alimentación complementaria mediante BLW y el segundo mediante triturados con cuchara.

Ambos grupos recibieron información sobre alimentación complementaria pero el grupo de BLW además recibió información específica sobre BLW, así como para minimizar atragantamientos y cómo actuar en caso de que sucediesen. Los padres de ambos grupos rellenaron diversos cuestionarios y se analizó el número de atragantamientos, sin existir diferencias significativas en ambos grupos.

Los autores de este otro artículo de 2018 interrogaron a más de 1000 madres acerca del método elegido para la introducción de la alimentación complementaria y les preguntaron si sus bebés se habían atragantado y con qué alimento había sido. Tampoco encontraron diferencias significativas en cuanto a los atragantamientos entre los bebés alimentados con cuchara y los que practicaban BLW.

En este otro estudio, dividieron a 280 lactantes de entre 5 y 6 meses de edad en dos grupos: alimentación mediante BLW y alimentación tradicional con cuchara. Analizaron diferentes variables, entre ellas el número de atragantamientos, sin ver diferencias significativas en ambos grupos.

Así que, con la información disponible hasta el momento, no parece que los niños que realizan BLW se atraganten más que los que toman exclusivamente alimentos triturados.

¿Cómo prevenir un atragantamiento?

baby-led-weaning

Una de las cosas fundamentales antes de empezar a realizar BLW con nuestros hijos es informarnos: libros especializados en el tema, blogs de confianza, hacer algún curso....

Saber qué alimentos podemos dar y cuáles no, así como cuál es la forma ideal de ofrecerlos y de cocinarlos es la mejor manera de prevenir el atragantamiento.

Además, es importante que nuestro bebé cumpla todos los requisitos para empezar este método: ser mayor de seis meses, mantenerse sentado, mostrar interés por la comida, ser capaz de coger alimentos y llevárselos a la boca, así como haber perdido el reflejo de extrusión.

Este método puede usarse en lactantes sanos que cumplan estos requisitos. Para bebés prematuros o aquellos con problemas neurológicos o de otro tipo, debemos consultar antes con nuestro pediatra e individualizarlo.

Otro punto para prevenir el atragantamiento es que deben comer bien sentados, sin distracciones (nada de pantallas) y siempre supervisados por un adulto.

Alimentos a evitar por el riesgo de atragantamiento

Hay algunos alimentos con los que es más probable que los niños se atraganten.

  • Manzana y zanahoria cruda. Las podemos ofrecer cocinadas.

  • Alimentos redondeados, como uvas o tomates cherry, entre otros. Los podemos ofrecer cortados a los largo en 3 o 4 trozos.

  • Salchichas. Las salchichas suponen uno de los alimentos con los que los niños más se atragantan. Si las ofrecemos (nutricionalmente son poco saludables), nunca debe ser enteras ni en rodajas; podemos partirlas primero a lo largo y luego ya en pequeños trocitos.

  • Los frutos secos. Son causantes de un número importante de atragantamientos en niños. No deben ofrecerse en menores de 4-5 años enteros ni en trozos; tan sólo molidos/triturados.

  • Caramelos duros, palomitas de maíz.

Diferenciar arcada de atragantamiento

Es importante saber que arcada y atragantamiento no son lo mismo. La arcada es un mecanismo de defensa que tiene nuestro cuerpo para prevenir el atragantamiento. Así, el lactante trata de evitar que un alimento demasiado grande o con una textura que no puede manejar, pase. A veces, la arcada termina en vómito.

Por otro lado, el atragantamiento se produce cuando un alimento (o un objeto) obstruye la vía respiratoria impidiendo el paso de aire.

En el estudio de la revista Pediatrics del que hemos hablado previamente, se analizaron también las arcadas. Se vio que los niños que practicaban BLW tenían más arcadas a los 6 meses que los que recibían triturados, pero menos que éstos a los 8 meses.

¿Cómo actuar si nuestro bebé se atraganta?

Como hemos comentado previamente, si nuestro bebé se mete un alimento demasiado grande a la boca es probable que le de una arcada y lo expulse. En este caso, no tenemos que hacer nada salvo vigilar.

El atragantamiento suele ocurrir de forma rápida e inesperada, por ello es fundamental que siempre vigilemos a nuestros hijos mientras comen. Al inicio, es frecuente que los niños tosan; la tos es otro mecanismo de defensa para alejar al alimento u objeto de la vías respiratorias.

  • Si el niño/a está consciente y tosiendo enérgicamente, tampoco tenemos que hacer nada. Las palmadas en la espalda, en este momento, son contraproducentes. Tan sólo debemos incorporarles (si no lo estaban ya) y animarles a que sigan tosiendo.

  • Si el niño/a continúa consciente pero vemos que la tos deja de ser eficaz (es débil), le cuesta hablar, le cambia el color de la cara (morado o muy pálido), debemos actuar.

  • Sólo en el caso de que veamos el cuerpo extraño (alimento u objeto) accesible, trataremos de sacarlo, colocando para ello nuestro dedo en forma de gancho, introduciéndolo a través de la comisura de la boca y arrastrando el alimento desde atrás hacia adelante.

  • Si no conseguimos extraerlo, colocaremos al lactante boca abajo sobre nuestro antebrazo, con la cabeza más baja que el resto del cuerpo y le daremos cinco golpes con el talón de la mano en la espalda, entre las dos escápulas.

  • Si no expulsa el alimento, lo colocamos boca arriba. Con dos dedos presionamos cinco veces en el tórax a la altura del tercio inferior del esternón. En el caso de niños mayores de un año, realizaríamos la maniobra de Heimlich (en vez de los golpes en el pecho).

  • Continuaremos alternando estas 2 maniobras (5 golpes en la espalda, 5 golpes el pecho) hasta que nuestro bebé expulse el alimento que causó el atragantamiento.

  • Si en algún momento nuestro bebé pierde el conocimiento, pasaremos a realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar.

A modo de resumen, concluiremos entonces que no hay evidencia de que los niños que realizan BLW se atraganten más que los que toman triturados con cuchara. Es importante informarse antes de iniciar la alimentación complementaria y saber qué medidas tomar y qué alimentos no ofrecer para minimizar los riesgos de atragantamiento.

Además, conviene conocer cómo actuar si sucede un atragantamiento, para estar preparados si ocurriese.

Foto| Lisa Fotios en Pexels, iStockphoto

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