Las luces nocturnas o luces quitamiedos son un clásico en el mundo de la (p)maternidad. Prácticamente todos los padres tienen una, pues cuando duermen con los bebés necesitan tener un poquito de luz para ver al bebé cuando se despierta. Luego, cuando ya se van a la cama, a su habitación, la luz les acompaña para que puedan ver un poco si se despiertan y no desorienten.
Una de las más conocidas es la luz nocturna Patrull, comercializada por Ikea, que hasta ahora se vendía en Europa y América del Norte y que ha sido retirada por riesgo de accidente, según leemos en un comunicado de la empresa.
Este modelo se vende desde el año 2013 y al parecer han recibido informes sobre un incidente que muestran que la luz no cumple con los requisitos de calidad.
Al parecer, un niño de Austria sufrió un percance al tratar de quitar la luz de la toma de corriente. En vez de quitar toda la luz, se quedó con la carcasa de plástico, quedando expuestos los componentes eléctricos. El niño, haciendo gala de la curiosidad natural de todo muchacho, tocó el aparato sin la protección y sufrió una descarga eléctrica y heridas leves en la mano.
Por esta razón se retira de la venta y se insta a los poseedores de dichas luces nocturnas a devolverlas para que se devuelva el importe. Para ello, no hará falta mostrar el ticket de compra.
Vía | FACUA
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