Las nueve cosas que no debes decir a una mujer que ha sufrido un aborto
Concepción

Las nueve cosas que no debes decir a una mujer que ha sufrido un aborto

En Bebés y más hemos hablado en varias ocasiones del aborto, en un intento de dar apoyo a todas las mujeres que en algún momento de su vida han vivido la experiencia de perder a un bebé, y por ello son muchas las que contactan con nosotros para darnos las gracias y decirnos algo así como "me alegro de que alguien entienda mi situación".

Y es que sienten que en su entorno directo no se les escucha, no se comprende su dolor, y se intenta banalizar y minimizar por la razón de siempre: la gente no soporta el sufrimiento propio ni el ajeno, y acaba por ser inconscientemente pedante exigiendo a la mujer que olvide.

Pero una mujer no olvida cuando se lo dicen, cuando ha pasado poco tiempo, ni tampoco cuando ha pasado mucho tiempo. Una mujer no olvida. Por eso hoy vamos a dar una vuelta de tuerca más a este tema para explicar cuáles son las nueve cosas que no debes decir a una mujer que ha sufrido un aborto.

Los primeros cinco podríamos englobarlos en los llamados "mensajes para minimizar el problema". Con diferentes frases, mensajes y argumentos tratan de convencerte de que tu problema no es tan grande como crees, que hay cosas peores, que no tienes en realidad demasiados motivos para quejarte e incluso que tienes que ver la parte positiva del asunto.

El seis, siete y ocho se engloban en el grupo de frases y consejos en que te sugieren que olvides. Llegan cuando ha pasado un tiempo y consideran que ya lo deberías haber superado... en ese momento les molesta tu dolor y te piden de manera cada vez más insistente que pases página, que lo dejes, que no lo menciones, porque ven que no es normal que sigas con ello.

Y la nueve, la mencionamos cuando lleguemos a ella...

1. "Si no ha seguido adelante es porque no tenía que nacer"

Es una obviedad que a la mujer no le aporta nada. Es un intento de racionalizar lo que ha sucedido, de quitarle la emoción lógica de un embarazo y hacerle ver que no debe sufrir por el feto porque si no ha nacido es que estaba mal... y no se puede querer algo que está mal.

Pero una mujer no sufre solo por el feto, por el bebé que no nace, sino por la pérdida, y por su futuro truncado. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, una mujer ya se siente madre (habitualmente) cuando se sabe embarazada, y a partir de ese momento cuenta con su bebé, piensa en él, hace planes... y la ausencia deja un vacío emocional difícil de llenar.

No es un vacío físico, porque no nació, pero sí es un vacío en el imaginario de ella... la diferencia entre lo que esperaba que sucediera y lo que finalmente sucede, y puede llegar a doler mucho.

Ella ya sabe que si ha habido un aborto algo iba mal. No hace falta que nadie la "tranquilice" en ese sentido porque no le dice nada nuevo y porque en realidad no tranquiliza.

Es más, cuando una persona siente que no se le entiende, que se le niega la posibilidad de sentir dolor, se distancia emocionalmente y los argumentos que pueda recibir de la otra no le sirven. Lo único que hace entonces es marcarla como "persona con la que no puedo hablar de esto y a la que a partir de ahora sonreiré y diré 'Bien' cuando me pregunte cómo estoy".

2. "Tranquila, eres joven, podrás tener más"

El argumento de la sustitución. No debes sufrir, tu problema no es grande porque estás a tiempo de tener otro bebé. Como si el siguiente bebé sustituyera la pérdida. Como si lo importante fuera, simplemente, ser madre, independientemente de que suceda con uno u otro bebé.

Como si a una chica de 20 años que pierde a su novio se le dice que es joven y que puede tener más parejas... ¿acaso el objetivo final es tener pareja, sea cual sea? ¿Y si te quedas viuda con 40 años? No deberías quejarte porque tienes tiempo de volver a casarte, ¿no?

De igual modo que en una relación de amor se depositan emociones, en un embarazo también. Y si se rompen, si se pierden, es normal que duela, aunque se esté a tiempo de tener más.

3. "Mejor ahora que dentro de unos meses"

Es un argumento de agradecimiento... agradece que has abortado ahora que estás de pocas semanas y no después que el bebé está a punto de nacer. Agradece que ha fallecido en el parto al nacer y no cuando ya tiene varias semanas.

Claro que siempre puede ser peor. Puedes perder a un hijo y siempre puede ser peor, porque hay personas que pierden a dos... o que en un accidente pierde a toda su familia. Pero eso no hace que no duela en todas las situaciones.

Relativizar puede ser útil a veces, pero debe ser uno mismo el que lo haga, el que relativice, el que conozca los problemas a los que se enfrenta otra gente y decidir si el suyo es mayor, menor o diferente. Y si merece o no la pena sufrir por ello... y sí, un aborto suele merecer la pena llorar, porque es una manera de superar el duelo y aprender a vivir con esa pérdida.

Es más, si decimos esto le estamos diciendo que no tiene motivos para quejarse, y la disonancia es evidente: su cuerpo le dice que llore, pero todos los demás le dicen que no tiene por qué, y eso también duele, y mucho, porque te hacen sentir tonta, débil y floja, precisamente cuando haces lo lógico: llorar por tu bebé.

4. "Casi es mejor, que ahora la cosa está muy mal"

Otro argumento de agradecimiento en que la persona que lo dice implanta su opinión. Lo dice porque ella no tendría un hijo ahora y considera que es lo mejor. Como la otra persona sufre un aborto, decide que es buen momento para soltar ese argumento: con lo mal que está la cosa, mejor que no lo hayas tenido.

Estos son de los que más duelen, porque no se tiene en cuenta para nada el sufrimiento de la mujer. De hecho, es de los que dan ganas de dar una bofetada al otro, por la falta de tacto y empatía, y acaban como el primero: "nunca volveré a hablar de esto con esta persona... sonrisa falsa y a seguir viviendo".

5. "Bueno, no te pongas así... tú ya tienes un hijo"

Porque claro, léase con sarcasmo, lo importante es ser madre, no tener hijos. Da igual si tienes uno, dos o tres. Si ya eres madre no tienes razón para quejarte, porque hay otras que intentan tener uno y no lo consiguen.

Es otro de los que relativizan y tratan de minimizar tus sentimientos. Si ya has sido madre, parece que tiene que dolerte menos porque ya pariste en su día.

Abort

6. "¿Aún estás con ese tema? ¡Pero si ya han pasado semanas!"

A partir de aquí la gente empieza a decirte lo que es normal y lo que no. ¿Y qué es lo normal? Pues según la gente que olvides rápido y te quejes poco. Si han pasado las semanas y sigues pensando en el bebé que ibas a tener y no tuviste empiezan a sentirse incómodos, y entonces te dicen que ya vale, que ya ha pasado un tiempo y que olvides, que no les hables de ello, que lo dejes ya, que lo superes.

No saben qué es el proceso de duelo ni lo quieren saber, así que no puedes contar con ellos para nada relacionado con este tema.

7. "Tienes que volver a ser tú misma"

Porque claro, si estás llorando y sufriendo porque has perdido a tu bebé no eres tú misma. Según ellos, volverás a ser tú misma cuando vuelvas a ser la que eras antes del embarazo, o antes de la pérdida.

Quieren que olvides: no conociste al bebé, no lo cogiste en brazos, no está vivo, debes olvidar. Olvidar y seguir adelante como si no hubiera pasado para que dejes de sufrir y dejes de decirles que sufres (todos tienen sus propios problemas y el tuyo ya es de hace tiempo...).

El problema es que después de un aborto una no puede volver a ser la misma, porque no olvida.

8. "Le estás dando más importancia a un bebé que ni conociste que a los demás"

Que aún no habías comprado muchas de las cosas que necesitabas, que no nació, que no lo sostuviste en brazos... ¡que no lo conociste! Y sigues con ello, día tras día, como si hubieras perdido algo palpable.

Se le dice así porque no se comprende que se puede amar a un bebé que aún no ha nacido y se puede amar una esperanza, una idea, una ilusión, un futuro que se cree que llegará.

9. Cuando ya ni siquiera te dicen nada, porque empiezan a evitarte...

No es algo que la gente diga y no deba decir, es el momento en el que simplemente deciden dejar de decir nada, porque saben que te lo recuerdan y vuelves a hablar de ello. De hecho, empiezan a evitarte, no quieren coincidir contigo y si lo hacen se muestran distantes y simplemente correctos.

Sobre este tema hablaré próximamente, así que no me extiendo. Pero es también algo que no debería hacerse, al menos si nos une una amistad con la mujer que ha sufrido un aborto (y eso que a veces se hace con buena intención: no hablarle de ello para no recordárselo... como si lo hubiera olvidado).

¿Qué decir a una mujer que ha padecido un aborto?

Si no se le puede decir nada de esto, que es lo que la mayoría de personas dicen: ¿Qué decirle entonces?

Pues es muy fácil. Lo mismo que le dices a alguien cuando ha perdido a un ser querido: que lo sientes mucho, que lo lamentas, y que estás ahí para lo que necesite.

Le ofreces un abrazo, le ofreces tu calor, tu cariño y ofreces tu hombro por si necesita llorar, y tu presencia por si necesita hablar. Parece poco, porque no das una solución evidente, pero es mucho más de lo que ofrecen los demás, aquellos que le dicen a la mujer que ha sufrido un aborto lo que tiene y no tiene que sentir.

Foto | Dee Ashley en Flickr
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