Caries dental infantil: por qué se producen y cómo prevenirlas en los niños
La caries dental afecta a la mayoría de niños y es una de las mayores preocupaciones de los padres. Pero, ¿sabemos qué las provoca? ¿Las prevenimos correctamente? ¿Se contagian? Hoy os traemos diez datos sobre las caries que nos ayudarán a prevenirlas y a que nuestros hijos crezcan con la boca más sana.
Qué es la caries
La caries dental es una infección del diente, una enfermedad bacteriana que se caracteriza porque destruye las estructuras dentales, los tejidos del diente, como consecuencia de la desmineralización producida por los ácidos que genera la placa bacteriana. Estos microbios que viven en nuestra boca fabrican ácido a partir de los restos de alimentos. Se trata de la enfermedad crónica infantil más común.
La destrucción dental se asocia a la ingesta de azúcares y ácidos contenidos en bebidas y alimentos, aunque en ello tienen mucho que ver los errores en las técnicas de higiene, falta de cepillado dental o la ausencia de hilo dental, así como también, en menor medida, la genética. Se ha comprobado así mismo la influencia del pH de la saliva en relación a la caries. Lo vemos a continuación.
Por qué se produce la caries
Como hemos adelantado, después de comer los azúcares de los alimentos (hidratos que en su metabolización producen azúcares, bebidas ácidas, medicinas...) que se han quedado en la boca son metabolizados por la placa bacteriana y en este proceso se producen unos ácidos que hacen que el pH de la cavidad bucal descienda. El descenso del pH ataca la estructura mineral del esmalte provocando su desmineralización.
Entre estos microorganismos responsables de la caries, el "Streptococcus mutans" es el principal germen que la forma, junto al "Lactobacilo", colonizando rápidamente la cavidad bucal, algo que se puede evitar con una correcta higiene de boca y dientes.
Aunque las bacterias que producen ácido son el principal, confluyen varios factores en la formación de la caries. Hay dientes más susceptibles (por ejemplo si están en el ciclo de desmineralización), los hidratos de carbono fermentados (dulces, leches etc...), el tiempo o la frecuencia con que los dientes están expuestos a los ácidos derivados del azúcar y la calidad de la higiene oral.
¿Cómo evolucionan las caries? ¿Duelen?
La primera fase de la caries dental es la destrucción del esmalte. Tras esta primera desmineralización de la capa externa del diente, la caries va al interior y ataca a la dentina, alcanzando la pulpa dentaria o tejido interior del diente, produciendo su inflamación (pulpitis), y posterior necrosis (muerte pulpar).
Conviene detectar la caries a tiempo porque de lo contrario, si el diente no es tratado, puede ocasionar una la inflamación del área que rodea el extremo de la raíz, produciéndose trastornos más graves (periodontitis apical, absceso dental, angina de Ludwig o felón gangrenoso...)
En la primera etapa, cuando la caries sólo afecta al esmalte, no produce dolor. Pero si no es tratada y la lesión se extiende, acabará llegando al tejido interior del diente. Entonces, si el niño toma dulces, bebidas frías o calientes, sentirá dolor. A medida que la infección progresa, pasa a los tejidos blandos más internos, al nervio, se forma pus como consecuencia de la infección y aparece el doloroso flemón.
A partir de qué edad tienen caries los niños
La conocida caries del biberón puede aparecer desde la primera infancia, esto es, cuando aparecen los primeros dientes. Por ello es primordial iniciar una higiene bucal temprana y no pensar que, porque sean dientes de leche no definitivos, no hay que cuidarlos. Para empezar, se puede empezar limpiando encías y dientecitos con una pequeña gasa húmeda después de comer y antes de dormir.
Además, existen otros consejos para evitar la caries del biberón que no hemos de olvidar, como no dar a los bebés bebidas dulces o azucaradas, infusiones, zumos... y sobre todo no dejarle dormirse con el biberón en la boca.
Los dientes de leche recién salidos son especialmente susceptibles a las caries, ya que aún están débiles y aún no están mineralizados por completo. Si en esta delicada etapa se adhieren gérmenes al diente y no se eliminan con un correcto cepillado, existe un riesgo elevado de caries.
Hemos de tener muy presente que los dientes de leche permanecerán muchos años en la boca del niño, hasta los cinco o seis años que empiecen a caerse los primeros y hasta los doce o trece años cuando se caigan los últimos y ya sean todos definitivos, por lo que hay que cuidarlos.
Según la gran Encuesta Nacional sobre Salud Oral en preescolares de 2007, la prevalencia de caries en la dentición temporal es del 36%.
Cuáles son los factores de riesgo de caries en la infancia
Las caries son principalmente causadas por una deficiente higiene bucal. Si no se lleva a cabo una limpieza adecuada de la boca, el riesgo es máximo. Hay que procurar eliminar todos los restos de alimentos y bebidas después de comer, especialmente si hablamos de chucherías, refrescos o zumos azucarados, bollería...
Además, cuanto más se tarde en iniciar los procesos de higiene dental, más probabilidades tendrá el niño de presentar caries. Pero existen otros factores de riesgo de caries dental en niños, que pasamos a enumerar:
Hábitos alimentarios inapropiados: darle al bebé chupetes o tetinas endulzados; biberón endulzado para dormir; si el niño toma frecuentemente azúcares y bebidas azucaradas...
El síndrome de la boca seca (no existe la protección natural de la saliva).
Enfermedades en las que existe un alto riesgo en la manipulación dental: cardiopatías; inmunosupresión (inlcuido VIH); hemofilia y otros trastornos de coagulación.
Genética o historia familiar de caries frecuentes.
El humo del tabaco afectaría a los niños fumadores pasivos, incrementando el riesgo de tener caries.
¿Se contagia la caries?
La caries en sí no es contagiosa. Lo que se puede transmitir al niño son los gérmenes responsables de las caries, que son mucho más cuantiosos en una persona con caries. De cualquier modo, aunque el adulto no tenga caries sí transmite a través de la saliva los gérmenes habituales.
Por eso, no se recomienda que los padres utilicemos como herramienta de limpieza para chupetes, tetinas, cucharas... nuestra propia boca, que no compartamos cubiertos, no mordamos su comida... Y si les damos besos en la boca, que sea cuando la tenemos limpia. Por desgracia, existen otras enfermedades más peligrosas que se pueden transmitir al bebé, sin quererlo, mediante un beso.
Cómo saber si mi hijo tiene caries
El factor tiempo juega un papel importante en la detección de la caries y esta ha de ser diagnosticada por el dentista. La Sociedad Española de Odontología Pediátrica (SEOP) recomienda que la primera visita al dentista se realice al primer año de vida, y el especialista en odontopediatría hará revisiones periódicas preferiblemente cada seis meses.
Si esperamos a que la caries sea visible por nosotros, ya llegamos tarde, porque se ha superado la primera fase de la infección. La primera señal de que hay caries es la aparición de un cambio de color en el diente que se vuelve blanquecino y sin brillo. Después ya se observan síntomas más graves, como un borde amarillo, marrón o negro a nivel de la zona careada, agujero en el esmalte, rotura y destrucción del diente... Esperamos no llegar nunca a estas etapas.
Podemos poner especial atención en los molares, ya que son los más susceptibles de sufrir caries porque esta se suele iniciar en los sitios que más retienen comida.
Tratamiento de las caries en dientes de leche
De nuevo el protagonista en este punto es el odontopediatra, que determinará si el diente afectado es temporal o permanente y actuará en consecuencia.
En los dientes temporales, si la caries no afecta al tejido nervioso del diente (es superficial) se realiza un empaste.
La fluoración, bajo control del odontopediatra, también se usa para luchar contra las primeras caries.
Si la lesión llega al nervio se realiza una pulpotomía o tratamiento del nervio (distinta a las endodoncias realizadas en dientes definitivos).
Cuando la caries ha provocado un agujero grande en el diente se aplican unas coronitas metálicas que lo tapan y ayudan a que el niño pueda masticar bien.
La extracción del diente solo se realiza en último extremo, si no existe otra solución porque la infección se ha extendido y ha afectado a la raíz. En estos casos, se instala un mantenedor de espacio para evitar que no se tapone ese hueco, impidiendo que erupciones correctamente el diente definitivo.
Cuando las caries afectan a un diente definitivo
Las infecciones en los dientes temporales que alcanzan a la raíz por no haber sido tratadas a tiempo o de forma adecuada crearán una bolsa de pus que afectará al diente permanente (malformaciones, manchas o lesiones secundarias...).
En cualquier caso, en los dientes definitivos el empaste dental es una de las soluciones más efectivas para tratar una caries, aunque este método se puede utilizar solo si la caries no afecta el tejido nervioso. En otros casos, se actuaría como cuando los dientes son de leche (coronas...) excepto si se extrae la pieza muy dañada, cuando se realizará una endodoncia, es decir, la extirpación de la pulpa dental y el posterior relleno y sellado de la cavidad pulpar con un material inerte.
Prevenir la caries en los niños
Las caries dentales son muy frecuentes en los niños, pero prevenibles. Ya hemos comentado a lo largo del artículo varios consejos para prevenir las caries en los niños:
Limpia las encías del bebé con una pequeña gasa humedecida.
No le des bebidas azucaradas ni le dejes el biberón para dormir.
No chupes su chupete ni uses sus cubiertos.
Cuando tenga dientes, hay que cepillarlos adecuadamente, con un cepillo especial, suave y utilizando pasta de dientes específica para niños con la cantidad adecuada de flúor.
Ayuda al niño a lavarse los dientes hasta que aprenda a hacerlo solo y vigila que no trague pasta.
Lávale los dientes después de cada comida y antes de dormir.
El niño no ha de tomar con frecuencia golosinas, ni bebidas azucaradas, bollería industrial... Después de tomar estos alimentos, ha de lavarse los dientes bien.
Visita al dentista en las revisiones recomendadas.
Esperamos que estos diez datos sobre las caries nos ayuden a prevenirlas en los niños, es muy importante para su salud y para ahorrarnos unas incómodas visitas al dentista. Nunca hay que descuidar las revisiones periódicas, pero si en estas no nos dan una mala noticia relacionada con las caries, mejor que mejor.
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