"No te lleves eso a la boca", "no te manches", "no toques nada" son algunas frases que solemos decir los padres a nuestros hijos. Queremos mantenerlos limpios y vemos la suciedad como algo negativo, pero un exceso de higiene puede ser incluso perjudicial para los niños.
Un poco de suciedad es bueno para su salud y tiene más beneficios de los que creemos. Estas son siete importantes razones por las que deberías dejar que tus hijos se manchen más menudo.
Aprenden a relacionarse mejor con su entorno
Los niños necesitan tocar y experimentar para conocer mejor el entorno que les rodea. Son curiosos por naturaleza y necesitan tener contacto con las hojas, el barro, los árboles y todo aquello que les genere interés para aprender de ellos. Llámese hormigas, caracoles, arena, piedras, tierra, polvo o cualquier elemento que puedan encontrar en la naturaleza.
Sino, ¿cómo van a aprender cómo es el mundo sin entrar en contacto con lo que les rodea? ¿Cómo van a conocer los alimentos si no los tocan, sienten su textura y consistencia?
Mejora su sistema inmunitario
Jack Gilbert, un científico de la Universidad de Chicago que estudia los ecosistemas microbianos y coautor del libro "Dirt Is Good" ('Ensuciarse es bueno') sostiene que es un error no permitir que los niños se acerquen a la suciedad. De hecho, eso podría ser extremadamente beneficioso para la salud del niño.
Mantener la casa limpia está bien, pero tampoco es bueno pasarse con la limpieza y la desinfección pues con la intención de proteger a los niños, creamos un ambiente estéril que no permite que su sistema inmunológico trabaje debilitándolo y haciéndolos más propensos a padecer ciertas alergias y enfermedades.
Si los niños están expuestos a los gérmenes, su sistema inmune se fortalece.
Fomenta su creatividad
Imagínate que dejas a un niño de tres años frente a dos botes de pintura, unos pinceles, algunos folios blancos y le dices, "aquí tienes materiales para pintar, pero no te manches".
La limpieza y la creatividad no son compatibles en estos casos. Dejar que los niños se manchen es parte del proceso creativo. Déjalos que experimenten con objetos y materiales de diferentes formas y texturas.
Favorece el desarrollo de la motricidad
Los niños necesitan jugar, correr, saltar, trepar a los árboles, coger cosas con su manos, sentir diferentes texturas con sus manos.
Todas estas actividades, que muy probablemente vengan acompañadas de suciedad, son necesarias para un adecuado desarrollo de su motricidad fina y gruesa.
Aprenden a amar la naturaleza
El contacto con la naturaleza es fundamental para el aprendizaje y hoy en día tiene una ardua tarea: competir con las pantallas.
Si sale a saltar en los charcos, el niño llegará a casa bastante manchado, en cambio, frente a una pantalla no se ensuciará. Pero se perderá la oportunidad de aprender de la naturaleza, de sus colores, de los animales, de sentir las gotas de lluvia...
Es un contacto favorable y necesario, ya que los niños tienen mucho que aprender de ella y les proporciona un entorno propicio para experimentar sensaciones importantes para su desarrollo tanto físico como emocional.
Se benefician del juego libre
El juego es el "trabajo de los niños". No es solo diversión, el juego libre es el pilar sobre el que se sostienen luego otras habilidades como la imaginación, la creatividad, la perseverancia, el esfuerzo, etc.
Dejarlos que se ensucien mientras juegan libremente al aire libre en el parque, en el patio, en la playa es la mejor manera de aprender.
Hay investigaciones centradas en el juego libre que aseguran que las personas que tuvieron tiempo libre para jugar de forma no estructurada de niños, se convierten en adultos con una mayor autoestima y capacidad de adaptación.
Es parte de la vida cotidiana
La suciedad está ahí, es parte de nuestra vida cotidiana y no debemos verla como el enemigo. Es importante tener hábitos de higiene para evitar enfermedades, pero también es importante aprender a "convivir" con un poco de suciedad.
Fotos | Pixabay En Bebés y más | La higiene del hogar cuando tenemos un bebé