Es increíble la capacidad de empatía que puede llegar a tener un niño pequeño, mucho más pura y sincera que la mayoría de los adultos. No he podido evitar emocionarme yo misma al ver a esta adorable niña de dos años que se emociona viendo dibujos animados sobre un bebé pingüino perdido.
Raegan fue grabada por su madre cuando iba en el coche viendo unos dibujos animados en la que las Chipettes de Alvin y las Ardillas cuidan a un pequeño pingüino que se ha perdido de sus padres.
Alrededor de los dos años los niños comienzan a experimentar la empatía, es decir la capacidad para sintonizar emocionalmente con los demás, basada en la conciencia de uno mismo. Antes de esa edad, los niños suelen llorar cuando otro niño llora o sentirse afligidos cuando otro niño se hace daño, incluso son capaces de distinguir sentimientos en la madre a través de los gestos de su cara.
Lo que está experimentando Raegan, la niña del vídeo, es angustia empática. Se compadece ante la desgracia del pequeño pingüino perdido. Ve a su madre llorando y al bebé triste porque la extraña y también se siente triste.
Mis hijas son tremendamente emocionales y se les escapan fácilmente las lágrimas con cualquier película que las movilice. Yo me las como a besos y me siento agradecida de que sean tan sensibles, al igual que esta niña.
Eso sí, yo no hubiese aguantado con la cámara en mano sin darle un achuchón.
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