Habréis notado que en ocasiones vuestro bebé pasa olímpicamente de sus juguetes y prefiere jugar con otras cosas, como botellas vacías, utensilios de cocina, el mando de la tele o algún objeto que ha encontrado por ahí y le ha llamado la atención. Es que no hacen falta exclusivamente los juguetes para jugar, los objetos cotidianos también son juguetes.
Por más que escojamos concienzudamente juguetes para nuestro bebé como sonajeros, cubitos de apilar o peluches es normal y sano que el bebé muestre interés por otros objetos.
El color, la textura o la forma de algunos objetos que puede encontrar en casa despiertan su curiosidad. Hay niños que tienen debilidad por abrir y cerrar cajones, meter y sacar cosas de ellos, o por los mandos, otros son fanáticos de los batidores de alambre, mientras que hay pequeños bateristas que improvisan un concierto con los tupperware y las cucharas de madera.
La curiosidad del bebé no será satisfecha únicamente con los juguetes que tenga en casa por más que sean muy apropiados para su edad. Necesita explorar más allá del mundo que tiene a su alcance y buscará objetos nuevos para llevárselos a la boca, tocarlos y sujetarlos.
Recordemos que para el bebé el juego es aprendizaje. Conocer objetos nuevos le aporta nuevas experiencias. De pronto descubre que esos objetos tienen formas interesantes, texturas desconocidas y que al golpearlos puede descubrir diferentes sonidos.
Desde luego, tenemos que discernir con qué objetos puede jugar y con cuáles no. Hay que tener en cuenta que el bebé los chupará, los morderá y los tirará al suelo, por lo que ante todo hay que priorizar su seguridad.
Pon a disposición del bebé aquellos objetos cotidianos que puedan convertirse en juguetes improvisados. En ocasiones pueden resultar más valiosos que los más elaborados juguetes.
Foto | jeanine&preston en Flickr En Bebés y más | Guía de regalos no oficial para niños de hasta 2 años (I) y II