Con motivo de la celebración del Día Internacional del Orgullo LGTBI+, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha emitido un comunicado para defender el importante rol que desarrollan los pediatras en el manejo de la situación.
Y es que estos especialistas son los primeros a los que acuden los niños y niñas trans y sus familias en busca de información, asesoramiento y apoyo, por lo que es de vital importancia contar con protocolos y guías que acompañen y ayuden a los menores y eviten las consecuencias psicológicas del rechazo social.
Padres preocupados porque las tendencias y juegos de sus hijos no se relacionan con su sexo
El pediatra de atención primaria José Emilio Callejas, que en los últimos años ha atendido varias consultas relacionadas con la transexualidad infantil, señala que el perfil de los menores de edad que acude a consulta en busca de asesoramiento es el de "niños pequeños, incluso de tres, cuatro o cinco años" que llegan acompañado de sus padres.
"Las familias ven en ellos una tendencia en sus juegos y relaciones que no va en línea con su sexo asignado al nacer y, a menudo, acuden preocupados por los problemas de convivencia que esto les pueda ocasionar, así como por el fracaso que pudiera suponer en el desarrollo personal del menor", apunta el doctor Callejas.
Para el doctor Pedro Gorrotxategi, vicepresidente y pediatra de atención primaria Gipuzkoa, "lo principal es que el menor no sufra", por lo que la labor del pediatra es de la "acompañarle en su tránsito y dejar que sea él quien marque el ritmo según sus deseos".
En este sentido, el contacto con asociaciones de familiares de niños y niñas trans ayudaría a estos a comprender que "su situación no es única", según el doctor Gorrotxategi, visibilizando las realidades de otros menores y contribuyendo a defender, promover y difundir los derechos de la infancia y la adolescencia.
Del mismo modo, este especialista defiende la necesidad de un mayor conocimiento por parte de los profesionales sanitarios de los distintos protocolos y guías de actuación en las diferentes comunidades autónomas y una ley común que proteja a todos los menores.
¿Cuál es el tratamiento a seguir en el caso de los menores trans?
En relación a los distintos tratamientos, el doctor Pedro Gorrotxategi afirma que la primera intervención hormonal es la de frenar el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios por medio de análogos de la hormona GNRH.
Este tratamiento debe iniciarse cuando el menor ha alcanzando el desarrollo de Tanner 2, que en el caso de las niñas implica el desarrollo del botón mamario y la aparición de vello púbico no rizado y escaso, y en el caso de los niños un aumento del escroto y los testículos y vello público escaso en la base del pene.
La primera terapia irá seguida de la terapia hormonal cruzada, que se suele hacer en torno a los 14 o 16 años, mientras que las intervenciones quirúrgicas se pueden realizar cuando el niño o niña sea mayor de edad, a partir de los 18 años.
Otro aspecto importante según este profesional, es el derecho de niños y niñas a preservar su fertilidad antes de iniciar la terapia hormonal cruzada. Y es que "no es obligatorio que todos los niños y niñas trans realicen los tres tipos de tratamiento. Los tratamientos existen, están a su disposición y se realizarán los que ellos y ellas deseen para sentirse mejor", indica el doctor Gorrotxategi.
Pero a pesar de las recomendaciones de los expertos, las asociaciones de padres de niños y niñas denuncian los problemas de falta de suministro de los productos hormonales necesarios para el tratamiento de sus hijos e hijas, e incluso la falta de subvención de algunos de ellos (especialmente en el caso de tratamientos de larga duración).
La Proposición de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, presentada en el Congreso de los Diputados el 26 de marzo de 2021, aborda este punto y señala que los tratamientos hormonales y quirúrgicos necesarios deben estar recogidos en el Sistema Nacional de Salud, así como la posibilidad real y efectiva de acceder a las técnicas de congelación de tejido gonadal y de células reproductivas.
Estos aspectos, dependen actualmente de las comunidades autónomas y ya estaban recogidos en varias leyes autonómicas, siendo su universalización el objeto de la norma.
Ante las posibles señales, conductas o manifestaciones que nos hagan pensar que algo le puede estar ocurriendo a nuestro hijo o hija, debemos mantener la calma y hablar con él o ella para saber qué es lo que le sucede, qué piensa o cómo se siente, procurándole un entorno de confianza, respeto y libertad para expresarse sin juicios ni etiquetas.
Como hemos mencionado, el apoyo y asesoramiento por parte del pediatra, el psicólogo y las asociaciones son claves para ayudar a los menores trans y a sus familias en su camino de descubrimiento, exploración y determinación de su identidad de género.
Fotos | iStock
Vía | Asociación Española de Pediatría de atención primaria
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