Muchas familias recurren a una niñera para cuidar de sus hijos, se trata de una práctica muy habitual y aceptada por todos. Anuncios de personas, habitualmente mujeres, que se ofrecen para atender a los niños, son comunes. En algunos casos la niñera ofrece experiencia y una titulación de alguna clase, pero lo normal es que no se espere que tengan conocimientos demostrables. Pero no existe una regulación de la titulación necesaria para ser niñera.
Cuidar a un bebé, recoger a los niños del cole y darles la merienda o acompañarlos a las actividades extraescolares, quedarse en casa por la noche mientras los padres salen a alguna fiesta, son las cosas que les pedimos a las niñeras que contratamos.
Yo personalmente creo que la opción de la niñera es muy adecuada pues, especialmente en el caso de los bebés, les permite tener un vínculo emocional con su cuidadora y atención personalizada. Pero no todo son ventajas. Además de algunos casos terribles en los que los cuidadores actuan de manera violenta y delictiva, no es sencillo saber el tipo de persona con la que dejamos a nuestro hijo y que tipo de relación tendrá con él o que decisiones tomaría en cada caso que pueda presentarse.
En una entrevista o pidiendo informes, o si conocemos a alguna familia que la ha empleado, podemos hacernos una idea de si es una persona sana emocionalmente y con paciencia. Observar al niño, si se siente seguro y contento con ella, es una fórmula bastante fiable para determinar si lo está cuidando de forma adecuada.
Sin embargo, pienso que, igual que a las cuidadoras en centros infantiles se les pide una titulación y unas prácticas, las niñeras podrían seguir unos cursos básicos que las titulasen como tales, asegurando al menos que dispusieran de unos conocimientos mínimos. Se podrían incluir contenidos de puericultura y cuidado de niños, seguridad vial, higiene alimentaria, psicología infantil y otras materias que nos ayudasen a los papás a encontrar profesionales cualificadas y a las niñeras a realizar su trabajo con más formación. Incluso un examen psicológico podría ser incluido. Veo ventajas en esta solución, pero también desventajas.
Por otro lado, esto supondría que este tipo de servicios no serían tan flexibles como son ahora, y complicaría la contratación y seguramente la posibilidad de localizar a una persona que pudiera cubrir el tiempo que necesitamos. También haría que personas con poca formación académica pero mucha experiencia con niños y cariñosas pudieran verse perjudicadas. Y reglamentaria una actividad que las personas hemos autoregulado hasta ahora con mayor libertad.
¿Que ventajas y desventajas tiene la idea de regular la titulación de las niñeras para vosotros?
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