Hay momentos, días, semanas en que por la razón que sea nos volvemos tremendamente exigentes con nuestros hijos.
Pórtate bien, no toques eso, siéntate bien, cuidado que te vas a caer, etc. son frases típicas (quizá demasiado) en la relación entre padres e hijos.
Este vídeo viene a contar esto mismo en clave de humor. Una sátira de nuestro modo de actuar que nos puede servir para hacer un poco de autocrítica y pensar en lo exigentes que podemos llegar a ser.
La canción se titula “Gracias” y es de Luis Pescetti.
A mí me ha servido para verme reflejado en algunos momentos del día a día. Intento que sean pocos, ya que las exigencias (y especialmente el exceso de ellas) suelen ser por culpa de los adultos. O tenemos prisa, o llegamos tarde, o ahora no es el momento, o tenemos un mal día o estamos demasiado atareados para atenderles.
Todo ello acaba derivando en una llamada de nuestros hijos para que estemos por ellos y, si falla la petición noble y formal, buscan la que funciona seguro, que es, precisamente, la que nos exaspera.
Por otro lado, me ha ayudado (la canción) a recordar la otra posición, la de hijo. Rememorar aquellos momentos en que recibíamos órdenes de nuestros padres y maestros y recordar la sensación de injusticia que a menudo nacía en nosotros.
Siempre es bueno no olvidar que hace un tiempo, no mucho, también fuimos niños.
Vía | Adivina cuánto te quiero
Vídeo | YouTube