Hace cosa de dos años os hablé de un fenómeno que me hace especial gracia (me hace gracia cuando la mujer está de verdad embarazada), que es aquel momento en que la barriga crece un poquito, no lo suficiente como para que confirme el embarazo, pero sí tanto como para que la gente dude de si está embarazada o gorda.
Hoy quiero rescatar el tema porque hace unos días encontré esta imagen por internet que nos da la pista de cuándo es un buen momento para preguntarle a una mujer si está embarazada. La respuesta, un sí o un no, está debajo de cada dibujo, desenfocada para que la vayáis pensando y, a continuación, veréis las respuestas.
No, no, no y no
Como dije en su día, la gracia está en ver las caras de la gente mirando a la barriga y tratando de adivinar, no sé cómo, si lo que hay ahí es un bebé o grasa acumulada. Quieren saber, pero no quieren preguntar. Quieren respuestas, pero no se atreven a hacer la pregunta.
Mejor. Porque si estás embarazada probablemente no te importe responder que sí, que sus sospechas son ciertas, pero si no lo estás, seguro que no te hace ninguna gracia tener que responder que no, que no lo estás.
Sin embargo, siempre hay quien se envalentona, no teme quedar fatal y molestar a la gente y acaba haciendo la pregunta: "Perdona pero, es que me ha parecido... ¿estás embarazada?". Cuando, como dije en su día, sería más fácil maquillar la pregunta con algo así como: "Ay, no sé, te veo cambiada. Más guapa. Como que te brillan más los ojos... ¿o te has hecho algo en el pelo?" En caso de embarazo es muy posible que te lo confirmen. En caso de no embarazo, pues te llevas una sonrisa de agradecimiento y ella un piropo.
Pero vamos, lo mejor es hacer caso a la imagen y directamente pensar eso de "si no me lo cuenta, señal de que no me incumbe", y seguir con nuestro camino y nuestra vida, que no es poco.
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