Algunas parejas que ya son padres, en ocasiones buscan tener un bebé más por diversas razones: quieren una familia numerosa o han tenido únicamente niños o niñas y les gustaría tener un bebé del otro sexo. Pero en ocasiones, al decidir ir por un hijo más, la naturaleza termina sorprendiendo a los padres con más de un bebé.
Este es el caso de una pareja de Dakota del Norte, Estados Unidos, que tras tener dos niños, anhelaba tener una niña, pero al buscar un tercer embarazo terminaron concibiendo quintillizos de forma natural. Te contamos su historia.
Joshua y Megan Hulen sabían que deseaban tener tres hijos, y como ya tenían a Jacob y Matthew de siete y dos años respectivamente, esperaban que su tercer embarazo les trajera finalmente una niña. Pero para su suerte, no solo tuvieron una niña, sino cuatro y un niño más, pues este último embarazo resultó ser múltiple.
Tener quintillizos de forma natural es extremadamente improbable: sucede en uno de cada 55 millones de embarazos. Y Joshua y Megan resultaron ser ese uno entre 55 millones. Lo más sorprendente de todo, es que Megan había tenido problemas para concebir anteriormente.
De acuerdo con una entrevista realizada por The Sun, Megan se había sometido a tratamientos de fertilidad e inseminación intrauterina para sus otros embarazos, debido a que no ovulaba de forma natural debido a que padece síndrome de ovario poliquístico.
Apenas habían decidido ir por la niña y comenzar un tratamiento de fertilidad, cuando la naturaleza les sorprendió y Megan logró concebir de forma natural "Comencé a sentirme realmente rara y pensé que no habría forma de que estuviera embarazada, pues nunca había ovulado sin ayuda de un tratamiento", cuenta Megan.
Pero la vida les tendría aún más sorpresas, pues al realizarle un ultrasonido a las cinco semanas, descubrieron que no solamente venía un bebé en camino, sino cinco. La impresión fue tan grande, que Megan estuvo en shock el resto del día, llorando y pensando en las posibles complicaciones de un embarazo con cinco bebés.
Sin embargo, recordando el estrés que vivió por las dificultades de su primer embarazo , decidió que lo mejor era hacer lo posible por relajarse y tratar de vivir cada momento del embarazo de la mejor forma: "Comencé a tomarme fotos de la barriga cada semana y celebraba esos pequeños avances", comenta.
Naturalmente, llevar a cinco bebés al mismo tiempo resultaba agotador, por lo que Megan no podía hacer muchas cosas ni permanecer de pie por momentos prolongados, pues se cansaba muy rápido.
Al cumplir las 32 semanas, los médicos decidieron ingresar a Megan y realizarle una cesárea de emergencia al ver que su presión arterial estaba demasiado elevada. Afortunadamente los cinco bebés nacieron bien y el parto fue tan rápido que Megan estaba impresionada de lo rápido que nacieron uno después de otro: "Tardaron más en resolver lo de mi sangrado y cerrarme que en sacar a todos los bebés".
Tres días después, Megan fue dada de alta mientras que sus bebés debieron permanecer en la unidad de cuidados intensivos neonatales por tres semanas más, aunque sin presentar ninguna complicación.
La feliz familia de siete ya se encuentra en casa y ha superado esas primeras semanas de no dormir prácticamente nada, mientras continúan intentando encontrar el balance en el precioso caos que ahora viven: "Estamos muy emocionados y felices de tener una gran familia. Es más grande de lo que planeábamos pero somos muy bendecidos y nos sentimos muy felices por esto", concluye Megan.
Fotos | Megan Hulen
Vía | CafeMom
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