Trabajar a turnos es un riesgo laboral en el embarazo. Así lo ha señalado la Guía de Prevención de Riesgos Laborales publicada por la Escuela de Medicina del Trabajo del Instituto de Salud Carlos III. El problema es especialmente acusado en las madres que desarrollan su actividad profesional en el ámbito sanitario, pues usualmente tienen turnos de trabajo largos y que incluyen noches o guardias.
El embarazo no es una enfermedad, por supuesto, pero supone cambios fisiológicos y psicológicos que pueden no ser compatibles con algunos de los aspectos del trabajo habitual. Por este motivo, en caso de embarazo, hay que valorar con mucho cuidado que debe adecuarse en el ejercicio laboral para que ni la madre ni el feto corran riesgos innecesarios. El cansancio y la falta de descanso son uno de los puntos fundamentales, como lo son también el manejar materiales o substancias peligrosas o tener que cargar peso.
La Guía recomienda que, una vez se confirme el embarazo, la trabajadora lo comunique al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, para que quede patente que su trabajo no supone ningún riesgo para la madre, el niño o la lactancia natural. En caso de existir problemas, la mujer tiene derecho a los cambios necesarios en su turno de trabajo o en las condiciones en que lo desarrolla. Esta Guía es la primera publicada en España y ha sido realizada por la Asociación Nacional de Medicina del Trabajo en el Ámbito Sanitario (Anmtas). La investigación ha sido hecha por el Instituto de Salud Carlos III con otras asociaciones científicas del ámbito de la prevención de riesgos laborales.
Desgraciadamente, la situación actual no es buena. Las madres siguen perdiendo sus puestos de trabajo por el simple hecho de quedarse embarazadas, por lo que temen reclamar sus derechos.
Cuando leo estas noticias me acuerdo de mi embarazo. Yo trabajaba en un puesto de responsabilidad con muchísima presión. El final de mi embarazo terminó con la baja laboral por riesgo de parto prematuro y crecimiento intrauterino retardado, además de niveles de presión sanguínea preocupantes que me obligaron a guardar reposo absoluto y a hacer controles diarios en el hospital.
Cuando comuniqué la baja a mi trabajo mi jefe me llamó y me dijo "tenemos mucho trabajo, tu verás si es responsable meterte en la cama por un poco de tensión alta". Esto es un ejemplo de los comentarios y trato que recibí, como las presiones para no pedir las horas de lactancia o la imposibilidad de tener un lugar adecuado para extraer leche.
También conozco muchas madres que precisamente trabajan en la Sanidad y que, cuando solicitan cambios en sus turnos o en las actividades que realizan, reciben un trato que carece de la más mínima sensibilidad. Muy pocas se atreven a llevar su caso adelante y rara vez consiguen que sus derechos sean reconocidos.
Estoy segura que muchos de los lectores conocen o han sufrido lo que se viene a llamar mobbing maternal. Que se reconozca asimismo que los duros turnos de trabajo también son un factor de riesgo en el embarazo es indispensable para evitar que las madres continuen indefensas.
Todo esto debe cambiar. La Guía puede ayudar a conseguirlo. Proteger a las madres y a los bebés es una obligación de todos, en la que las empresas deben participar de forma activa.
Vía | Saludlaboral En Bebés y más | Mobbing maternal, Sentencia que reconoce la baja laboral por riesgo en la lactancia