La noticia se ha sabido estos días, pero hace ya unos cuantos meses que una pareja de lesbianas ha llevado ante los tribunales a la ley de reproducción asistida, la razón, discriminación por orientación sexual.
Creo que la mayoría de nosotros considera el derecho a ser madre como algo sólido, algo inalterable, algo que debe, no solo de protegerse, sino de garantizarse, al menos en lo que a los medios se refiere, luego la naturaleza de cada mujer decidirá, pero eso es otro tema. La misión de una sociedad debería ser la de facilitar el ejercicio de ese derecho con los medios a nuestro alcance y ya ven, parece ser que el Ministerio de Sanidad tiene sus propias objeciones.
Los hechos y denuncia
María y Laura (nombres ficticios) son una pareja de lesbianas que deciden someterse a un tratamiento de fertilidad por la Seguridad Social. María se encuentra ya a punto de recibir el segundo ciclo de tratamiento cuando reciben la devastadora noticia: La dirección del Centro donde se estaba realizando el tratamiento, Fundación Jiménez Díaz de Madrid les comunica que el tratamiento se va a suspender y ella queda excluida del mismo. ¿Por qué razón? Pues porque se les había aplicado la nueva Ley de Reproducción Asistida de la Ministra Ana Mato, por la cual aquellas mujeres sin pareja masculina quedan excluidas del acceso a la reproducción asistida. Es decir, para el estado si no tienes una pareja masculina no tienes derecho a que el estado te financie un tratamiento de fertilidad.
La pareja decidió denunciar el caso en Enero del 2015 ante los tribunales, de la mano de la ONG Womens Link por discriminación por orientación sexual así como por movilidad geográfica, pues en otras comunidades como el País Vasco o Andalucía se mantiene el acceso gratuito a estas técnicas para las lesbianas.
El pasado lunes tuvo lugar la vista y se espera que la sentencia llegue en 10 o 15 días y aunque se espera que sea un juicio largo, no están para nada desanimadas y afirman que llegarán allí donde haga falta.
Hay que aclarar que meses más tarde de interponer la denuncia, la Fundación Jiménez Díaz les envió otra carta comunicándolas que el tratamiento sería reanudado y que María volvía a estar admitida en el proceso. No obstante decidieron continuar con la lucha por el derecho de ellas y del resto de lesbianas a ser madres.
Una ley tachada de ideológica por los colectivos de homosexuales
Esta nueva ley ha sido muy criticada por diferentes sectores ya que niega el acceso a un tratamiento sanitario a una parte de la población femenina por el mero hecho de no tener pareja de sexo masculino. Impone un determinado tipo de familia, aquella denominada "familia tradicional" haciendo la vista gorda a todo un abanico de familias y hogares diferentes perfectamente válidos para la educación y la crianza de un niño.
Sin embargo debo aclarar que la ley no prohíbe el acceso a los tratamientos de fertilidad privados a las mujeres sin pareja masculina, sino solo a la financiación de estos por parte de la seguridad social porque, según la ley, para acceder a un tratamiento financiado se exige haber mantenido previamente** "relaciones sexuales con coito vaginal sin métodos anticonceptivos"** sin consecución de embarazo durante "un mínimo de 12 meses".
Alguien debería explicarle al Ministerio de Sanidad que quedarse embarazada mediante coito vaginal a mujeres sin pareja o lesbianas es "algo improbable", salvo que se crea en milagros o se vea demasiado cine para adultos.
Conclusión: como siempre, si tienes dinero para ti no se hicieron las leyes.
Solo espero que algún día pese mucho más la felicidad de un niño sobre el tipo de familia sobre la que esta se sostiene.
Vía | SER, 20 minutos, Women's Links
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