Si durante estas fechas hay algunas revistas que andan circulando por buzones y puertas de los centros comerciales, haciéndose omnipresentes, son los catálogos de juguetes: las revistas más entretenidas del momento.
Mis hijas, de tres y un año, disfrutan hojeando estos catálogos. Aún no saben el verdadero fin de los mismos y no se dedican a pedir juguetes, pero disfrutan con cada página. Eso sí, la mayor ya dice que le encante este o aquel muñeco...
Para los niños las páginas de los catálogos de juguetes deben de ser toda una caja de sorpresas, una muestra colorida del sinfín de juegos y juguetes que existen, muchos de los cuales no hayan visto ni en televisión. Un mundo mágico de ilusión y posibilidades con el que sueñan nada más viéndolo sobre el papel.
Además, muchas de las hojas están dedicadas a sus personajes favoritos, así que es un modo diferente de ver a Dora la Exploradora, a Mickey Mouse o a Bob Esponja, convertidos en cámaras digitales, cojines, toboganes... ¡No hay nada que escape al marketing de estos personajes!
Un truco para que los catálogos duren más allá de la Navidad y no acaben destrozados en el cubo del reciclaje.
Bueno, igualmente acabarán destrozados, pero podemos "salvar" muchos de los juegos o muñecos de sus personajes favoritos y hacer un mural con un pequeño collage de recortes que seguro estarán encantados de repasar a lo largo del año. ¿Podemos sacarle más partido a los catálogos de juguetes?
Una buena manera de dejar los "libros" al alcance de los niños, sin miedo a que se rompan, y la mejor manera de pasar los tiempos muertos en cualquier espera: los catálogos de juguetes son las revistas más entretenidas del momento. Aunque eso sí, a riesgo de que alguno "se lo pida" todo...
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