Ayer hablábamos de la huelga de lactancia, una situación en la que el bebé que hasta el momento había estado lactando con normalidad de forma abrupta deja de hacerlo.
Hoy queremos ahondar en cómo superar una huelga de lactancia, haciendo incapié en cómo se siente la madre ante esta circunstancia imprevista y que tanto estrés y ansiedad puede llegar a generar.
Es fundamental mantener la autoestima de la madre
Es duro que tu bebé rechace tu pecho. Algunas mamás lo sienten como un abandono, una traición, algo realmente muy doloroso. Y en muchos casos aparece la culpa, el preguntarse si habremos hecho algo mal para que de pronto nuestro hijo ya no quiera mamar más.
Hay que asegurar a la madre que el bebé no la está rechazando a ella como persona o en su papel maternal y que su leche sigue siendo igualmente buena. Es necesario explicarle que estos baches ocurren en algunas lactancias pero que pueden resolverse con paciencia y mucho contacto entre la madre y el bebé, además de tratar de encontrar la causa para poderla solucionar.
Es muy posible que la madre deba extraerse leche, para evitar que se produzca una congestión mamaria o, peor aún, una mastitis, además de para mantener la producción.
Buscar la causa que ha producido la huelga de lactancia
Si la huelga se debe, por ejemplo, a alguna enfermedad, probablemente se resuelva por si sola. Cuando el bebé ya no tenga dolor ni molestias seguramente querrá volver a mamar. Para ello es importante no introducir biberones que desincentiven la lactancia; si es necesario suplementar, puede hacerse con un vasito, una cuchara o un relactador.
Es importante no desesperar y tener toda la paciencia de la que seamos capaces. Si realmente estamos motivados a continuar la lactancia, una vez que hayamos encontrado la causa que produjo el bache seguro que podremos superarlo.
Estrategias para motivar al bebé a mamar
Mientras el bebé siga sin querer mamar, es muy aconsejable que el bebé y su mamá estén en contacto contínuo, mejor si es piel con piel.
No hay que presionar al bebé a que mame, simplemente ofrecerle el pecho a menudo, que tenga fácil acceso a él.
Llevar al niño en una mochila portabebés es una buena forma de mantener ese contacto durante todo el día y tener un acceso rápido al pecho.
Una sugerencia que suele funcionar bien es intentar amamantar en un sitio tranquilo para el bebé, donde no haya ruidos ni otras personas que puedan alterar ese momento.
Valorar el destete
Las huelgas de lactancia a veces se producen en un momento en que la madre estaba valorando inducir un destete. O quizá no lo había valorado pero ante la aparición de esta crisis, se siente cansada y no está motivada para continuar adelante.
Si la madre no desea continuar con la lactancia, puede aprovechar la huelga para ponerle punto y final, aunque habrá que considerar que aunque haya sido el niño el que haya iniciado el proceso, necesitará no solo una alternativa a la lactancia materna sino también más mimos, más brazos y más paciencia para compensar todo aquello que la lactancia le proporcionaba.
Y vosotras ¿habéis pasado por una situación de estas características? Si es así, ¿cómo habéis hecho para superar la huelga de lactancia?
Foto | Aurimas Mikalauskas en Flick CC En Bebés y Más | ¿Qué es una huelga de lactancia? | Cuando el bebé rechaza el pecho (II)