Ya se conocían efectos de la lactancia materna beneficiosos en la prevención del cáncer de mama, pero una investigación presentada recientemente en el Congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica asegura que dar el pecho después de un cáncer de mama es seguro tanto para la madre como para el bebé.
Se creía que amamantar podría producir alteraciones hormonales en la mujer propiciando una posible recaída, sin embargo los nuevos estudios demuestran lo contrario.
Se analizó el caso de 20 mujeres que tuvieron hijos después de superar un cáncer de mama (en estos casos, la muestra no puede ser mucho más amplia). La mitad de ellas amamantó, mientras que la otra mitad decidió no hacerlo.
Después de hacer un seguimiento durante cuatro años a todas las mujeres, encontraron una recaída en cada uno de los grupos, por lo que han concluído (por segunda vez, sumado a un estudio anterior) que "el acto de amamantar no parece tener efectos perjudiciales en relación al cáncer de mama".
Dar el pecho después de la terapia contra el cáncer de mama es seguro. Lo que sí podría ser perjudicial, dicen los expertos, es amamantar durante el tratamiento pues los fármacos que pasan a través de la leche podrían intoxicar al recién nacido. Una vez pasado el cáncer, no hay peligro para ninguno de los dos.
A la luz de las últimas investigaciones sería una pena desaconsejar la lactancia materna a las mujeres que han tenido cáncer de mama. El riesgo de recaídas por dar el pecho no está fundamentado y los beneficios son innumerables, tanto para la madre como para el bebé.
Vía | El Mundo Foto | Christy Scherrer en Flickr En Bebés y más | ¿Podría la leche materna curar el cáncer?, Amamantar reduce el riesgo de cáncer de mama, Una proteína del embarazo prevendría el cáncer de mama