Recientemente el Tribunal Supremo ha dado una muestra de apoyo a las madres que disfrutan de su permiso de lactancia. Se trata especificamente del caso de las trabajadoras de grandes superficies, que podían hasta ahora ver mermado su salario en caso de pedir reducción de jornada o acumular sus horas de lactancia.
Sucedía que, en estos casos, en algunas empresas se consideraba que la mujer debía unicamente percibir su salario base, pero se las privaba de los complementos como los que se reflejan como productividad, cumplimiento de objetivos o por funciones específicas.
Sin embargo, la batalla para estas madres ha sido ganada y la sentencia deja muy claro que el disfrutar del permiso de lactancia nunca podrá ser causa de reducción del sueldo habitual.
"Es preciso entender que cualquier interpretación de la ausencia de regulación concreta de la retribución del permiso de lactancia, tanto en el Estatuto como en el Convenio, que implique pérdida económica para el trabajador es contraria al espíritu de la ley"
Estas pequeñas victorias van sumándose poco a poco. Siguen siendo muchas las madres que, al pedir el permiso de lactancia o pretender tomarlo de manera acumulada, sufren acoso laboral, despidos e incluso, que me parece increíble, problemas con sus propios compañeros que no entienden que los derechos de las madres y los hijos son la base de la justicia social.
Yo misma cuando pedí, en mi antiguo trabajo, estas horas, me encontré con serios problemas. Desde mofas por dar el pecho más de cuatro meses, hasta la imposibilidad de encontrar en el lugar de trabajo de un lugar digno para usar el permiso sencillamente para hacer las extracciones.
Sin embargo, quiero recordar a los lectores, que el derecho al permiso de lactancia no depende de si el niño es amamantado o toma biberón, muy sabiamente, pues la necesidad de contacto con la madre es igualmente indispensable en ambos casos.
Por supuesto, esta reducción tuvo un reflejo en mi salario, que, aunque pequeño, me suponía un agravio comparativo con mis compañeros. Pero lo peor no era el dinero, aunque eso también me indignaba, sino la presión que sufría por parte de la empresa y de mis mismos compañeros.
Esta sentencia del Tribunal Supremo en apoyo a las horas de permiso de lactancia de las trabajadoras de la grandes superficies lo valoro muy positivamente, aunque seguro que queda mucho por avanzar en este sentido. ¿Os ha pasado a vosotras algo similar?
Via | Europa Press