Trabaja, bombea, repite (work, pump, repeat) es realmente el título de un libro escrito por Jessica Shortall, mamá de dos niños y Directora de la empresa "Giving for TOMS Shoes" que la ha tenido durante cinco años dando la vuelta al mundo pegada a un sacaleches. Hoy escribe sobre lactancia en diversos periódicos y es una activista por los derecho de las madres lactantes y por la mejora de las bajas por maternidad que existen en su país, USA.
La siguiente serie de fotografías ha sido usada como promoción de su libro y muestra los problemas del día a día de las madres lactantes en el trabajo y todo por lo que tienen que pasar.
Jessica pretende criticar las diferentes situaciones por las que pasa una madre en el trabajo, siempre desde un punto satírico, pero dejando claro que las cosas no son para sencillas. Nosotros estamos seguros de ello y seguro que muchas de vosotras os habréis visto en situaciones similares, muchas de las cuales tendrían solución si las autoridades y los empresarios pusieran un poco de su parte y se preocuparan realmente de sus empleadas.
Goteos inesperados y a veces inevitables
Crees que estás haciendo la presentación de tu vida cuando empiezas a notar cierto exceso de humedad.
Gracias por la "cómoda" sala de lactancia RRHH
Está claro que en muchas oficinas no habrá posibilidad de habilitar salas de lactancia adecuadas y con un mínimo de comodidades, pero en aquellas que si es posible se debería poner los medios necesarios para que la extracción pueda hacerse lo más cómoda posible y con ciertos mínimos de intimidad.
Falta de empatía y de comprensión por parte de los compañeros de trabajo
Las bromas en la oficina ayudan a distender el ambiente y a hacerlo todo más llevadero, pero pueden llegar a ser pesadas y molestas. La falta de tacto y de consideración también es algo con lo que deben lidiar muchas madres.
Nunca, jamás uses o saques en público los elementos del sacaleches de una madre, ni es un juguete ni tampoco es algo de tu incumbencia.
Los botes de leche guardados en la nevera son comida para un bebé, si se te ha acabado la leche en la tienda tienes más. Y por supuesto no preguntes si te puedes poner un poco, lo que estás haciendo es ponerte tú en ridículo, vamos que tiene tela que haya que explicarlo a estas alturas.
Situaciones incómodas
Tener que lavar los elementos del sacaleches en el fregadero del cuarto de cafetería o en el baño de señoras y que entre alguien. Y que tengas suerte que no entre el gracioso de la oficina y suelte una de las suyas.
Que se te caiga la maleta con todo en el medio de la oficina o en el hall de entrada. Quizás cuando normalicemos la lactancia estas situaciones no difieran a cuando se te cae el bolso.
Que tu lo hayas normalizado pero no el resto de la oficina. Err...¿Qué es eso que tienes en la mano?
Vía | boredpanda, workpumprepeat
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