Llega el mejor momento del día con tu bebé, el del baño, y te preparas para pasar esos minutos con tranquilidad, disfrutando los dos —o si es un chapoteador nato, posiblemente más él que tú—. Cuando lo desvistes, algo te llama la atención. Sí, en los pliegues de los codos, de los muslos y también, quizá, en los del cuello. Ahí hay un enrojecimiento considerable, y lo primero que se te viene a la cabeza seguramente sea la respuesta correcta: tu peque tiene piel atópica y acaba de comenzar un brote.
Cómo se comporta la dermatitis atópica
Los brotes de dermatitis atópica se caracterizan por la aparición de placas rojas, especialmente, en las zonas de pliegues de piel donde puede haber un poquito más de sudor o quedar retenida la humedad. Estos eczemas pican y pueden ir acompañados de descamación, y suelen aparecer por primera vez en torno a los dos meses de edad.
Además de los pliegues de piel, donde es fundamental que mantengamos no solo una buena rutina de higiene e hidratación sino también que prestemos especial atención a que la zona esté perfectamente seca, la cara es otro de los lugares favoritos del eczema. En épocas en las que nuestro peque esté echando los dientes, por ejemplo, es muy importante que sequemos bien todas aquellas partes que estén en contacto con la saliva, ya que la irritación aumentará si dejamos que la zona permanezca húmeda durante largos periodos de tiempo.
El componente genético es bastante alto en este tipo de trastorno de la piel. Si alguno de los padres tiene piel atópica, es muy posible que los peques la hereden. Y si bien es un problema crónico, lo cierto es que con el paso de los años se atenúa enormemente.
Aquí, la Dra. Cristina García Millán, dermatóloga pediátrica y colaboradora de BIODERMA, nos da algo más de información a este respecto:
Otra pregunta muy frecuente en consulta es si la dermatitis se cura. El síndrome atópico acompaña al paciente toda su vida, pero en el 80% de pacientes que debutan con afectación de la piel en su primer año de vida (dermatitis) se produce una gran mejoría según van creciendo.
Lo que siente tu bebé
Es muy posible que, antes de ver el eczema, hayas notado cierto cambio de comportamiento en tu bebé. Puede que se intente rascar, que se frote contra ti en un intento de aliviar el picor o que esté especialmente desazonado porque no logra ese alivio de ninguna forma.
La bloguera e imagen de la gama de atopia de BIODERMA Belén Canalejo es mamá de cuatro peques y dos de ellos presentan piel atópica. Y aunque ahora tienen más edad, recuerda aquellos primeros meses en los que aparecieron por primera vez los brotes de dermatitis. Ella misma nos cuenta su experiencia:
Por suerte, ahora que mis hijos son mayores, los brotes no tienen la intensidad que tenían cuando eran pequeños. En edades tempranas, recuerdo que les picaba mucho la piel y se rascaban. Yo, como madre, estaba desorientada sobre los cuidados que había que seguir y probando una y otra crema hasta dar con la buena que realmente les calmaba y mejoraba el aspecto físico del brote.
Durante el día, los brotes son complicados pero el eczema puede volverse especialmente molesto al caer la noche. No se sabe exactamente qué lo causa, pero algunos factores pueden provocar que tu peque se rasque dormido —algo que puedes controlar durante el día si estás con él, pero que se vuelve mucho más difícil por la noche—. También es posible que las cremas que hayas utilizado para paliar los síntomas del brote durante el día vayan absorbiéndose y no ofrezcan la suficiente hidratación y alivio durante las horas nocturnas.
Es una situación compleja y, por momentos, desesperante. Tu bebé llora, no puede dormir, vosotros tampoco y el cansancio lo exacerba todo. Por eso es tan importante contar con productos que nos ofrezcan un cuidado intensivo durante todo el día y, también, durante toda la noche.
El arma secreta: una piel hidratada y nutrida
La rutina Atoderm de BIODERMA está especiamente diseñada para pieles atópicas y muy secas, pieles que son extremadamente sensibles a cualquier producto que utilicemos en ellas y que pueden reaccionar de manera negativa si no es un producto adecuado y diseñado para este tipo de piel.
Atoderm Intensive Baume es su tratamiento estrella. Se trata de un cuidado intensivo antipicor que busca, por un lado, ofrecer un alto grado de hidratación y nutrición a la piel atópica en pleno brote y, por otro, proporcionar un alivio reparador que minimice el impulso de rascarse.
Actúa reconstruyendo la barrera cutánea gracias a su composición a base de biolípidos naturalmente presentes en la epidermis, y poniendo freno a la proliferación de bacterias, como el estafilococo aureus, y a la penetración de alérgenos. Ambos podrían empeorar un brote de dermatitis, por lo que necesitan mantenerse a raya lo máximo posible.
Puedes utilizarlo entre una y dos veces al día —por ejemplo, por la mañana y justo después del baño, combinándolo con Atoderm Intensive Gel Moussant para una acción más completa—. En caso de que tu pediatra recete algún tratamiento con corticoides para el brote, puedes utilizarlo simultáneamente sin ningún problema.
Con esto controlado y con la piel de tu bebé bien hidratada y nutrida, es muy posible que, poco a poco, vayas viendo cómo las noches van mejorando y el pequeños afectado no cae en tantos despertares por las molestias del brote.
Ante todo, mantener la calma
Cuando no puedes dormir y, sobre todo, cuando ves a tu hijo desazonado por la incomodidad que es padecer un brote de dermatitis atópica, seguramente los nervios te jueguen una mala pasada. Es completamente normal. Si la maternidad ya es complicada de por sí sin este tipo de "alicientes", cuando entramos en un trastorno tan molesto como es este todo se puede magnificar un poco.
Belén aconseja a los papás y mamás de niños con piel atópica, sobre todo, parar, respirar y mantener la calma. Asimismo nos proporciona algunas pautas para que el brote no vaya a más una vez se ha establecido.
Yo les transmitiría tranquilidad porque es un problema de la piel que tiende a ir a menos conforme los niños crecen. Que cuando estén en la fase del brote, que no tengan a su hijo mucho tiempo a remojo en la bañera, que le sequen bien con la toalla y que eviten las temperaturas altas o la calefacción muy fuerte en la habitación del niño. También es muy importante no esperar a hidratar solo cuando tienen el brote, sino hidratar su piel con Atoderm Intensive Baume cada día.
En la misma línea, la doctora García Millán nos desvela algunas recomendaciones:
Una vez que hemos controlado el brote, es muy importante mantener al paciente libre de enfermedad el mayor tiempo posible. Para lograrlo, las medidas básicas son: hidratación diaria, duchas cortas y con agua tibia, emplear ropa de algodón, no utilizar exceso de ropa de abrigo, mantener la habitación a unos 19 grados durante la noche y no emplear suavizante al lavar la ropa.
De igual modo, para paliar la dermatitis conviene descartar las fibras sintéticas y la lana eligiendo tejidos naturales, libres de tintes o perfumes, para la ropa de cama y la del niño, como el algodón. También es útil retirar las etiquetas y, en fases especialmente agresivas, dar la vuelta al pijama para evitar el roce de las costuras.
Conservar la tranquilidad y tratar de aliviar lo máximo posible a nuestro bebé son las pautas de comportamiento fundamentales. Estas se acompañan del uso de productos como la gama Atoderm de BIODERMA, y de algunos consejos básicos como los que os acabamos de dar para completar una rutina que te ayudará a controlar el bienestar de tu bebé con piel atópica. Pero, sobre todo, no pierdas de vista que no se trata de un trastorno grave de salud y que, lo mejor de todo, se irá minimizando notablemente con el paso del tiempo.
Imágenes | Facebook de BIODERMA