Dice el dicho que un bebé nace con un pan debajo del brazo... pero también con innumerables coladas por delante. Para poder afrontar esta tarea sin perder la paciencia, quedaros sin mudas limpias o estropear prendas delicadas, os vamos a dar algunos trucos sencillos que convertirán la colada del recién nacido en una tarea mucho más llevadera. Si contáis con una lavadora como Samsung QuickDrive, será incluso más rápido, porque reduce hasta el 50% el tiempo de lavado, y más barato, ya que ahorra hasta un 20% de consumo energético.
¡Todo para lavar!
Al nacer, la piel del bebé todavía no genera suficiente grasa corporal, por lo que no cuenta con barreras protectoras. Debido a esto, el recién nacido está más expuesto a irritaciones o incluso reacciones alérgicas que no parecen afectar a los adultos.
Por eso, tanto si habéis decidido comprarle todo nuevo como si os encontráis con ropita nueva y prendas heredadas, lo más recomendable es que lavéis todo bien antes de ponérselo por primera vez. De este modo evitaréis que cualquier tipo de residuo, polvo, fibras, manchas u otros elementos de la ropa sin usar entren en contacto con el recién nacido.
La ropa del bebé, mejor por separado
Durante los primeros meses de vida de vuestro bebé, es recomendable que lavéis su ropa por separado, con jabón neutro, sin suavizantes y atendiendo a los consejos que figuran en el etiquetado. Esto es importante a la hora de evitar posibles contactos con la suciedad extrema de la ropa de los adultos o elementos nocivos que puedan estar presentes en el resto de las prendas.
Y lo que no es ropa
Estos consejos deben aplicarse no solo a la ropa del bebé, sino también a todo lo que entre en contacto con él: ropa de cama, muselinas, toallas, toquillas, baberos y demás elementos textiles que puedan estar a su alcance. Para las prendas más delicadas, con encajes o puntillas, podéis utilizar bolsas de redecilla para meter en la lavadora. Y si la vuestra incorpora una puerta AddWash™, contaréis con la posibilidad de añadir prendas olvidadas, a remojo o que requieran aclarado cuando el ciclo de lavado ya se ha iniciado.
Peluches suaves y seguros
Aunque no se recomienda que los recién nacidos estén en contacto con peluches o muñecos que puedan desprender pelo o elementos que puedan producir asfixia, es bastante común que los más pequeñitos tengan una mantita, doudou o muselina especial como elemento de transición.
Para garantizar que el contacto con este tipo de juguetes de apego es seguro, debéis eliminar todos los lazos, etiquetas y elementos que puedan rascar o hacer daño de alguna forma a vuestro bebé. Además, debéis tener en cuenta que este objeto está en contacto constante con la piel del peque, así que debéis lavarlo con más frecuencia que un muñeco normal.
El jabón, neutro
Como ya hemos comentado, la piel del recién nacido es particularmente sensible y reacciona a cualquier elemento o sustancia que entre en contacto con ella. Para evitar que la ropa que le pongáis o las prendas con las que lo arropéis sean una fuente de alérgenos involuntaria, es importante que el lavado se realice con la menor cantidad de productos químicos posible.
El lavado debe realizarse en agua fría o hasta 30º, para evitar que las prendas sufran lavando a temperaturas elevadas. El jabón, mejor neutro e hipoalergénico. Existen en el mercado diversas marcas, incluso marcas blancas, que ofrecen jabones neutros para lavadora específicos para la ropa del bebé, con todas las garantías.
A remojo, mejor
Es muy importante que, además de seguir las pautas de lavado de cada etiqueta, sigáis la máxima de “menos es más”. Cuantos menos productos de limpieza uséis en una prenda que vaya a usar vuestro bebé, mejor.
Esto quiere decir que bajo ningún concepto debéis usar suavizantes o lejías, para evitar posibles reacciones alérgicas. Si alguna mancha se resiste, es mejor poner la ropa a remojo, con jabón neutro aplicado sobre las manchas, antes de introducirla en la lavadora. Si la mancha no sale ni así, es mejor valorar la posibilidad de descartar la prenda antes de aplicar blanqueantes que pueden crear problemas cutáneos.
Conservar para el futuro
Si queréis conservar la ropa de vuestro recién nacido para un futuro hermanito, para pasar a otro bebé o como recuerdo, debéis tener cuidado al escoger el contenedor donde la vais a guardar (cajas de cartón, contenedores plásticos ventilados, armarios...) y el lugar en el que va a estar almacenada (lejos de luz directa y focos de humedad). Es importante que evitéis el uso de bolsas plásticas (salvo si las selláis al vacío) o elementos que favorezcan la acumulación de humedad, ya que puede generarse moho.
Para seleccionar la ropa que vais a conservar y cuál se debe descartar, es importante que os fijéis en el estado de la misma. Lo recomendable es descartar la ropa deteriorada o la que tiene manchas fijas. La ropa que vayáis a guardar debe estar limpia y, sobre todo, muy seca, para evitar que se estropee con el tiempo. Samsung QuickDrive™ os ayudará a lavarla ahorrando tiempo y consumo energético.