350.000 personas de entre 19 y 39 años de Corea del Sur apenas salen de casa, se aíslan y experimentan importantes sentimientos de soledad.
Por esta razón, el gobierno coreano ha decidido conceder a los niños y jóvenes de entre 9 y 24 años que formen parte de este colectivo, una asignación de 650.000 wones (lo que equivale a 450 euros) mensuales para incentivarles a salir a la calle o a centros de ocio, deporte y cultura. Así lo afirma The Guardian.
¿En qué consiste la medida?
El Ministerio de Igualdad de Género y Familia ha aprobado tal medida. El objetivo es animar a estos jóvenes a salir de casa, ya sea para ir al colegio, a la universidad, al trabajo o a realizar actividades de ocio.
Tal y cómo se desprende del comunicado oficial del gobierno surcoreano, se busca que los niños, adolescentes y jóvenes "recuperen su vida cotidiana y se reintegren a la sociedad".
Esta medida, que forma parte de un programa, incluye una paga mensual para gastos de manutención y de experiencias culturales para jóvenes de entre 9 y 24 años que están experimentando un aislamiento social extremo.
Como dato curioso, entre las medidas del programa también está la del pago de servicios para corregir la apariencia física de algunos de los jóvenes, es decir, la cirugía estética de cicatrices o marcas que les puedan hacer sentir avergonzados.
Los "Hikikomori" o niños caracol
"Hikikomori" es el término japonés que designa a este tipo de personas, y significa literalmente "retroceder o recluirse". Sería el equivalente a los llamados "niños caracol", que se reclutan en sus casas o habitaciones largas temporadas sin salir (o saliendo lo imprescindible), muchas veces, generando una gran adicción a las pantallas.
Según el informe que acompaña la medida, el 3% de los jóvenes surcoreanos presenta problemas de soledad y aislamiento, y dos de cada cuatro iniciaron este reclutamiento en sus casas durante la adolescencia. La mayoría de ellos provienen de entornos desfavorecidos.
Causas de este aislamiento
Pero, ¿qué hay detrás de este aislamiento? Según el informe citado, este aislamiento sería una forma de evitar los problemas familiares (por ejemplo en casos de violencia doméstica).
En muchas ocasiones también es debido a una depresión, donde uno de los síntomas centrales es el aislamiento social. Esta depresión puede ser la causante del aislamiento o al revés, el aislamiento puede acabar generando depresión. Otra de las causas también es la adicción a las pantallas, que cronifica y agrava aún más el problema.
Y, por otro lado, existe el tema de los complejos físicos y la baja autoestima en estos niños y adolescentes, que les lleva a avergonzarse de sí mismos y a recluirse como "solución" a su problema. Finalmente, también puede ser que experimenten fobia social y que por dicha razón, se aíslen, o que directamente les falte una buena red social de apoyo (por ejemplo, que no tengan amigos).
Pocos niños en Corea del Sur y crisis económica
Por otro lado, hemos de tener en cuenta que Corea del Sur es uno de los países con menos porcentaje de niños respecto a su población total, siendo éste el 11,89%.
Además, las mujeres tienen un promedio de 0,78 hijos, siendo ésta la tasa de natalidad más baja a nivel mundial. Este hecho se explica fundamentalmente por razones económicas; la crisis, la dificultad de encontrar un empleo, el encarecimiento de la vivienda y el elevado coste de criar a los hijos.
Según el presidente Yoon Suk-yeol, en una declaración del mes pasado, "la tasa de natalidad es una agenda nacional crucial".
La importancia de un apoyo psicológico
Está muy bien que el gobierno coreano se preocupe por estas personas ya que, su salud mental está en juego, y que tome iniciativas de este tipo. Sin embargo, no hemos de olvidarnos de la importancia de una buena atención psicológica, con profesionales que puedan acompañar a estos jóvenes y ofrecerles herramientas para potenciar conductas más adaptativas y alternativas al aislamiento.
Y en relación al tema de los retoques, cada uno es libre de realizarlos si así lo desea, pero esta decisión debería ir siempre acompañada de un apoyo psicológico para trabajar también la autoestima interna, aquella que se basa en cómo nos tratamos, nos valoramos y nos queremos a nosotros mismos, más allá del aspecto físico.
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