A ver si los ingenieros se enteran de que los bebés y los niños no se comportan como robots y dedican sus esfuerzos a otras investigaciones. Hace poco conocimos a Yotaro, un bebé para prácticas de padres primerizos, y hoy traemos a Diego-San, un robot con cuerpo metálico y una gran cabeza que imita la de un bebé.
Este bebé robot mide 130 centímetros de alto y pesa nada menos que 30 kilos, aunque a pesar de su envergadura pretende "simular" el comportamiento de un niño de 1 año de edad.
Diego-San ha sido desarrollado por investigadores del Machine Perception Laboratory de la Universidad de California y de la compañía japonesa Kokoro Co con el objeto de analizar el desarrollo motor y emocional de un bebé. ¿Cómo van a hacer esto, si los robots no pueden emocionarse? Dejémoslo en que van a analizar sus movimientos.
Para ello, el cuerpo de Diego-San dispone de 60 partes móviles y cuenta con unas manos prénsiles con las que puede coger objetos. Pero... veo que su coordinación motora es limitada, pues sólo sabe levantarse de una silla y agarrar una botella de agua. Incluso aquellos que sólo han visto un niño de un año de lejos saben que puede realizar muchos más movimientos.
Entonces, diremos que la mayor virtud de este extraño robot son sus gestos faciales, pues el rostro cuenta con 20 partes móviles que le infieren "emoción" en ausencia de palabras. Aunque seguro que esos gestos no son demasiado naturales y se parecen poco a lo que expresan los niños de un año.
El hecho de que el robot está equipado con una cámara de alta resolución y acelerómetros imagino que habrá subido bastante el presupuesto para crear esta máquina.
Finalmente, a pesar de todo, no me queda demasiado claro para qué han creado a Diego-San, un inquietante bebé-robot al que no le daría un abrazo por miedo a electrocutarme...
Vía | Abadía Digital En Bebés y más | Probo, un robot para animar a los niños hospitalizados, Los bebés virtuales, ¿dan resultado?, Las buenas clases de preparación al parto sí ayudan