La cirugía fetal está dando grandes pasos en los últimos años, salvando vidas de bebés que aún permanecen dentro del útero materno, y que años atrás hubiese sido impensable que sobrevivieran.
El último caso del que hemos sabido que su operación ha sido todo un éxito es el de Marc, un bebé que acaba de cumplir siete meses a quien le han extirpado un tumor gigante antes de nacer.
Las dimensiones del tumor alojado en su cuello eran exageradas. Pesaba 168 gramos, casi un diez por ciento de su peso total, 1900 gramos.
Se le detectó en la ecografía morfológica de la semana 20, y por el sitio en el que estaba ubicado, la situación era límite. Se trataba de un teratoma quístico inmaduro de alto grado de malignidad, compuesto por tejidos, músculos, nervios y pelos. Un tumor gigante que le comprimía la vía aérea y le impedía la respiración y deglución de alimentos.
Lo curioso del caso es que al parecer se trataba de un caso excepcional de "fetus in fetus" o gemelo parásito o feto dentro del feto, es decir que el feto inmaduro de un hermano gemelo que no ha llegado a desarrollarse acaba siendo absorbido por el bebé que sí se desarrolla. En ese caso, Marc.
Confiados en la solución que le plantearon los médicos del Hospital La Fé de Valencia (es la primera intervención que este tipo que realizan en la Comunidad Valenciana), los padres decidieron ponerse en sus manos.
El pequeño fue intervenido a las 31 semanas de gestación mediante una técnica conocida como EXIT (ex utero intrapartum treatment), que consiste en extraer la cabeza y los brazos del bebé del vientre materno para intubarlo sin suprimir la conexión con su madre, de manera que el feto seguía respirando por el cordón umbilical hasta que pudo hacerlo por los pulmones. Le extirparon el tumor del cuello y tras cinco meses de hospitalización fue dado de alta.
Desde luego, los avances en cirugía fetal nos dejan cada día más asombrados y dan esperanzas ante casos que parecen imposibles.
Vía | ABC En Bebés y más | Una operación fetal pionera salva la vida de una niña