Hace unos días hablábamos acerca del gran ejemplo que están dando millones de niños y adolescentes alrededor del mundo al ponerse en huelga en 163 países para exigir a los líderes mundiales que tomen acciones para el cambio climático.
Ahora, Greta Thunberg y 15 adolescentes activistas han interpuesto una demanda histórica ante la ONU, en donde reclaman a los países firmantes de la Declaración de los Derechos del Niño por no protegerlos del cambio climático.
Este lunes se realizó la Cumbre sobre la Acción Climática del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, después de que el fin de semana tuviera lugar la primera Cumbre de la Juventud sobre el Clima, en la cual jóvenes líderes de todo el mundo se reunieron para exponer soluciones climáticas.
El Secretario General de la ONU, llamó a todos los líderes para que acudieran a Nueva York con planes concretos y realistas para mejorar sus contribuciones concretas a nivel nacional para 2020, siguiendo la directriz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45% en los próximos diez años y a cero para 2050.
A este evento, también acudieron 16 jóvenes activistas procedentes de 12 países, entre los que se encontraba la joven sueca Greta Thunberg, quien se ha convertido en la líder del movimiento por el cambio climático a nivel mundial. El grupo de jóvenes tuvo un espacio para exponer su inconformidad ante 60 jefes de Estado y de Gobierno.
Durante su intervención, Greta manifestó su molestia a través de un encendido y contundente discurso que ya ha dado la vuelta al mundo, en el que reprochó a los líderes mundiales su pasividad ante el inminente cambio climático:
"Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías. Y sin embargo, soy de los afortunados. La gente está sufriendo. La gente se está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva. Y de lo único que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven? [...] Hoy no se presentarán soluciones o planes en consonancia con estas cifras. Porque estos números son demasiado incómodos. Y todavía no son suficientemente maduros como para decir las cosas como son. Nos están fallando.Pero los jóvenes están empezando a entender su traición. Los ojos de todas las generaciones futuras están sobre ustedes. Y si eligen fallarnos, nunca los perdonaremos. No dejaremos que sigan con esto. Justo aquí, ahora es donde trazamos la línea. El mundo se está despertando. Y se viene el cambio, les guste o no.", manifestó enfadada la joven.
Tras terminar su poderoso discurso, Greta pidió hicieran preguntas a los otros jóvenes activistas para dejar claro que no quería hablar por todos y deseaba que sus compañeros también participaran en el espacio que les había dado la ONU.
Después de su participación en la Cumbre sobre la Acción Climática, los 16 jóvenes de entre 8 y 17 años han acudido a la sede de Unicef para interponer una demanda que se ha definido como "histórica": una queja oficial contra los países firmantes de la Declaración de los Derechos del Niño por no proteger a la infancia frente al cambio climático.
En ella, los 16 jóvenes demandan a contra Alemania, Argentina, Brasil, Francia y Turquía, los cinco países que más contaminan el mundo con carbono, argumentando que violan sus derechos como niños y al presentar la demanda en la sede de la Unicef, dieron ejemplos personales de cómo sus vidas y hogares han sido alterados por el cambio climático por la inacción de los políticos.
Dicha demanda ha sido posible gracias a un protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño, que permite a menores pedir ayuda directamente a las Naciones Unidas cuando un país miembro no pone solución a una violación de derechos, entre los que se encuentran el derecho intrínseco a la vida, supervivencia y desarrollo.
La demanda de los jóvenes activistas fue elaborada por el bufete de abogados internacional Hausfeld LLP, y en caso de proceder, la ONU obligaría a los países a trabajar en conjunto con otras naciones en la reducción de emisiones.
Vía | El País