En Gaza, la situación es tremendamente complicada aunque no todos los días nos lleguen noticias desde allí, por eso ella se ha animado a coger su cámara y grabar lo que vive porque dice que faltan periodistas para contar cómo viven los niños en su ciudad.
Ella se llama Janna, ahora tiene diez años y es la reportera de guerra más joven del mundo. Lleva desde los siete años siendo los ojos de Gaza en el exterior porque vemos lo que vive a través de su cámara, a través de sus ojos, los de una niña que no juega a ser periodista, que es periodista.
Janna tenía siete años cuando mataron a su tío Rushdie Tamimi justo delante de ella. Como otros miembros de su familia, vecinos y amigos participó en las manifestaciones que se convocaron en Ramallah, cerca de su casa, en contra de la ocupación israelí de la zona.
Janna empezó a grabar las manifestaciones con el teléfono móvil de su madre mientras iba comentando sobre la marcha las imágenes que grababa. Ayudada e inspirada por otro miembro de su familia, su tío Bilal quien es fotógrafo profesional, la niña integró el activismo y el periodismo en su propia vida, la violencia llevaba años integrada también en su vida y en la de su entorno. Desde entonces Janna lo que hace es mostrar esa violencia a través de su cámara.
Faltan periodistas
Eso es lo que dice Janna a quien le pregunta que por qué lo hace. La niña lo tiene muy claro, está convencida de que faltan informadores en Gaza que cuenten al mundo lo que cada día viven ella, su familia y el resto de personas que habitan los territorios palestinos.
Su madre reconoce que está orgullosa del valor de esta pequeña de 10 años. Igual de orgulloso que su tío Bilal, fotógrafo profesional que acompaña y apoya a Janna en sus grabaciones y después, en el tiempo y el trabajo que supone subir y compartir sus videos en sus redes sociales.
La cámara e internet son las únicas armas que tiene Janna para hacerse ver en un mundo que parece haber preferido girar la cabeza ante la situación en la que miles de niños viven y mueren en Gaza.
Grabando su vida
Janna se considera a sí misma reportera, ella cuenta y graba con su cámara la realidad que la rodea, su propia vida. Es sólo una niña de diez años, es una voz y unos ojos que muestran como es la Gaza en la que ella vive. Los niños en muchos lugares se han convertido en la única voz que escuchamos y los únicos ojos que al mirarlos, aún remueven nuestra conciencia.
Hace sólo unos meses os hablábamos de Hilde, la pequeña de nueve años que a través de las redes sociales ha creado su propio periódico digital hasta el punto de ir a cubrir un asesinato ocurrido cerca de su casa, dando datos que la policía había pedido a los medios de comunicación que no hicieran públicos.
¿Podemos considerar los dos casos iguales, lo que hace Janna y lo que hace Hilde? ¿Podemos justificar ambas acciones? ¿Podemos defenderlas a ambas con los mismos argumentos?
Como decíamos en aquella ocasión ¿dónde está el límite, en el periodismo que defiende Hilde o el reporterismo que hace Janna?
Vía | palestinalibre.org
Foto | facebook Janna Jihad
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