Son imágenes como estas las que te convencen de la necesidad de vigilar siempre a los niños cuando están cerca del agua, aunque lleven flotador.
Kali Dallis de tres años y su hermana Jayla, de diez, se bañaban en la piscina de un complejo de apartamentos en Chamblee, Georgia (Estados Unidos), mientras estaban al cuidado de su tía. Como se ve en el vídeo grabado por las instalaciones, Jayla saltó sin pensárselo al agua al ver a su hermana pequeña ahogándose. La pequeña se había lanzado con su flotador y había quedado boca abajo. En su lucha por sacar la cabeza del agua, había perdido el flotador.
Jayla consiguió sacarla, pero estaba inconsciente. Un policía y el gerente de los apartamentos practicaron la reanimación cardiopulmonar (RCP) a Kali, hasta que una ambulancia la llevó al hospital. Ha necesitado dos semanas de ingreso hospitalario para recuperarse, ya que estuvo unos minutos sin respirar. Pero gracias a la sangre fría de su hermana mayor, la pequeña ya está en casa.
Un milagro y una heroína
El vídeo, difundido por la cadena de televisión de Atlanta, WSB-TV 2, muestra la actitud decidida de la hermana mayor y como realizaron la reanimación cardiopulmonar a la pequeña.
Jayla explica el miedo que pasó al ver a su hermana en el agua y como la sacó: "Pesaba mucho, así que tuve que tirar de ella por el pelo, y luego la agarré por la cintura y la levanté hacia arriba".
Fue entonces, cuando un testigo llamó al 911, mientras la tía de Kali y el gerente de los apartamentos se turnaban para realizar la RCP.
Ed Lyons, sargento de policía, explica a la cadena de televisión que estaba en su coche de patrulla revisando unos informes, cuando escuchó el aviso y acudió a ayudar. Reconoce que no podía dejar de pensar en su propia hija, de seis años, mientras acudía a ayudar a Kali. Su propia cámara grabó todo lo que sucedía hasta que una ambulancia se llevó a la niña al hospital:
"Vi a mi pequeña tumbada allí, el mismo tipo de traje de baño que ella usa, el mismo pelo recogido en un pequeño moño en la cabeza... Tienes que olvidarte de todo eso y concentrarte en lo que estás entrenado para hacer".
Cuando Daneshia Dallis, su madre, llegó al centro hospitalario, encontró a su hija pequeña conectada a un respirador. De hecho, los médicos no sabían si saldría adelante. Por fortuna, dos semanas después ya está en casa y sonríe feliz, tal y como puede verse en la grabación de la cadena de televisión norteamericana.
3-year-old Kali was just released from the hospital! She spent 2 weeks here after almost drowning in her apartment complex’s pool. Her sister and a police officer saved her! If you missed @SeidenWSBTV’s report last night after the game, be sure to watch the update today at 4! pic.twitter.com/Uc0WMSS4Dr
— Christian Jennings (@CJenningsWSB) 31 de mayo de 2019
Su madre asegura que "esto es un milagro" y advierte a otras madres de que no quiten los ojos de encima a sus hijos:
Consejos para evitar ahogamientos
No es la primera vez que hablamos de qué precauciones debemos tomar con los niños en la playa y la piscina para evitar accidentes, pero siempre viene bien hacer un recordatorio, sobre todo a principio de verano, cuando los baños son más frecuentes.
Y dos de esas advertencias, ya las hemos aprendido con la noticia de hoy:
- Nunca perder de vista a los niños. De hecho, siete de cada diez ahogamientos se producen por un despiste momentáneo de los padres o cuidadores y 20 segundos pueden ser suficientes para que un niño se ahogue. Por tanto, la mejor prevención es no quitarles la vista de encima en ningún momento.
- Evitar flotadores y manguitos hinchables, un debate abierto cada verano, porque no todos ofrecen seguridad. Estos podrían pincharse o desinflarse en cualquier momento y no debemos fiarnos. Aunque nuestros hijos los usen, siempre debe ser con vigilancia. Preferible elegir manguitos y flotadores de otros materiales.
De hecho, los expertos aconsejan no utilizar flotadores ni manguitos ni en la playa ni en la piscina. Porque como este vídeo muestra, un momento de diversión puede convertirse en tragedia en menos de un minuto.
Pero hay algún consejo más que interesa seguir:
- Cuidado con las colchonetas gigantes. Fue uno de los temas que más dieron que hablar el verano pasado. En Reino Unido, incluso tuvieron que prohibir los modelos de unicornio, porque eran una auténtica plaga que provocó un gran número de rescates.
Y es que las condiciones de la marea, el viento y cualquier cambio en el clima pueden llevar a los usuarios de las colchonetas más allá de las zonas de baño seguras.
- No entrar en el agua de golpe. Según la Asociación Nacional de Seguridad Infantil:
"Hay que introducirse en el agua poco a poco, para acostumbrar a la piel a la nueva temperatura. Primero deben mojarse los pies y luego, con las manos mojarse la cabeza y el cuello".
Alerta a las rocas. Todos los niños se lo pasan bien escalando las rocas y así se entretienen, pero procura que sea siempre en tu compañía y con calzado adecuado, ya que de lo contrario, puede resbalar y caer al agua. Y si se golpea con una roca, puede perder el conocimiento.
Precaución si hay bandera amarilla. Según explica la Guardia Civil en su cuenta de Twitter, la bandera amarilla significa "prohibido el baño donde el bañista no toque el fondo con la cabeza fuera". Y señala que aunque alguien sea buen nadador "el agua no debe cubrir por encima del cuello. Pero quien no se desenvuelva bien en el agua debería rebajar esa marca a la cintura".
Así que ya sabes, no sirve la consabida retaila de "mi hijo nada muy bien", porque las traicioneras corrientes pueden impedirle llegar a la orilla y no se ven.
Vía | WSP-TV
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