Dicen que Noruega es el mejor país para ser madre porque allí las madres cuentan con unos recursos que aquí dudo que nunca lleguemos a ver (y ahora con la crisis, aún menos). Son tales las ventajas con las que cuentan que parece que deben sentir vergüenza ajena al ver cómo vivimos en España, porque han decidido echarnos una mano.
Al parecer, Noruega ha decidido aportar 10 millones de euros para crear diversos proyectos con los que tratar de lograr la igualdad de oportunidades en el empleo y para ayudar a conseguir una mejor conciliación de la vida laboral y familiar. Diez millones de euros que, bienvenidos sean, pero que me da la sensación que acabarán cayendo en saco roto (seguid leyendo y veréis que entre España y Noruega las diferencias son bastante notables).
Para empezar, en Noruega pueden escoger, al tener un bebé, entre coger un año de baja maternal cobrando el 80 por ciento de su sueldo o diez meses cobrándolo íntegro. La mayoría de madres tienen horarios que ayudan a que la conciliación sea posible, pues empiezan a las ocho de la mañana y salen a las dos de la tarde. Las empresas se comportan de un modo un “pelín” diferente al nuestro, porque allí, si los niños están enfermos, permiten que las madres dejen de trabajar en la empresa y sigan haciéndolo en casa hasta que los niños se curan.
Si queréis seguir alucinando, pues seguid leyendo: las familias reciben del estado 127 euros al mes hasta que los niños cumplen 18 años (sí, años). Además, si hasta los dos años de vida el niño no va a ir a la guardería, pueden cobrar 450 euros mensuales durante ese tiempo.
Todo esto hace que Noruega sea elegida cada año por Save the Children como el mejor país para ser madre, y no digo con esto que quiero que España sea igual que Noruega, porque seguro que hay muchas cosas de allí que no me gustarían, pero copiar un poco la filosofía que allí defienden con respecto a la maternidad no estaría nada mal, sinceramente.
Según Juan Manuel Moreno, secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad:
Los proyectos que se desarrollen servirán para mejorar la situación laboral en este país donde, en la actualidad, la sociedad no ofrece a las mujeres una verdadera igualdad de oportunidades.
Y yo, la verdad, es que soy muy escéptico en este sentido. En Noruega las mujeres cobran el mismo salario que los hombres. En España cobran un 22% menos de media. En Noruega las mujeres tienen un 3% de paro, mientras que aquí es del 23,3%. En Noruega acaban la jornada a mediodía… aquí, aquí hay de todo, por supuesto, pero seguro que son minoría las que hacen ese horario.
El caso es que nuestra cultura es muy diferente a la nórdica. Aquí oscurece más tarde, hace mejor tiempo y no cenamos a las seis de la tarde, sino que lo hacemos a las diez de la noche. Muchas diferencias que hacen que estemos acostumbrados a andar a las siete y ocho por la calle, haciendo las últimas compras del día o, si me apuras, yendo a los centros comerciales, que no cierran hasta las diez.
Luego está el machismo latente del que aún no nos hemos desprendido del todo, el modo de actuar de algunos empresarios que rehúsan contratar a mujeres jóvenes porque “cualquier día se nos embarazan” y el modo de pensar de los demás trabajadores, que parece que nos molesta cuando una mujer decide cuidar más tiempo a su hijo y deja de venir a trabajar porque le han dado una mísera baja de 16 semanas, que deja al bebé sin padres durante varias horas al día cuando aún no tiene ni 4 meses.
No sé qué pensaréis vosotros, pero a mí me da la impresión de que Noruega está tirando el dinero aquí en España. Ojalá me equivoque.
Gracias a Águeda por mandarnos la pista de esta noticia.
Vía | ABC
Foto | mskogly en Flickr
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