Ante las dudas por incompatibilidad en el grupo sanguíneo y que el bebé no se parecía físicamente a su padre, una pareja ha descubierto que su hijo, nacido mediante una fecundación in vitro en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz no es hijo biológico de su padre.
Han presentado una demanda al Servicio Andaluz de Salud por lo que consideran una "grave negligencia médica" y reclaman una indemnización económica de un millón de euros por las "irreparables" consecuencias que este error médico tiene de por vida para la familia.
Según el abogado de la familia, Ignacio Martínez, "El niño se verá privado de por vida del vínculo biológico con su padre y su familia paterna, su propia historia será un interrogante; puede tener consecuencias para su salud por no tener vínculo directo con su perfil genético natural; y los límites que supone para cohesionar biológicamente a esta familia".
El proceso de reproducción asistida comenzó en 2019, cuando la pareja entró en lista de espera, y el bebé nació en 2021, dos años después, gracias a una "captación ovocitaria para fecundación in vitro, y tres días después la transferencia embrionaria".
Dudas sobre la paternidad
Las sospechas se desataron tras los comentarios "reiterados" de familiares y amigos sobre lo poco que se parecía el niño al padre, y continuaron al constatar en la cartilla del bebé que el grupo sanguíneo era incompatible con el del padre. O quienes creían que era su padre biológico.
Decidieron entonces comprobarlo con una prueba de paternidad que confirmó las sospechas. El resultado determinó que el bebé era hijo de la madre, descartando la posibilidad de que hubiera habido un intercambio de bebés, pero no de su padre. Esto "muestra objetivamente que se incurrió en un grave error por parte de la sanidad pública andaluza en el manejo de la muestra de semen del hombre durante el proceso de fecundación", según el abogado.
También está la preocupación de que el error haya llevado a que otra familia haya recibido el semen perteneciente al padre de este niño, por lo que "podemos estar hablando de dos niños medio cambiados”.
Este es un primer paso legal, y en caso de no recibir respuesta de la administración o de que esta no sea la esperada, podría derivar en una demanda en un Juzgado de lo Contencioso Administrativo. Por el momento, la consejera de Salud, Catalina García, ha asegurado que se está investigando lo ocurrido y que se depurarán responsabilidades.