Sobran las palabras. Esta fotografía lo dice todo. En ella se ve la cara de angustia de una mujer vestida de policía, sentada en el pasillo de un hospital dando de mamar a un bebé.
Ella se llama Celeste Ayala y se encontraba de servicio patrullando en un hospital infantil de La Plata, en Buenos Aires, cuando escuchó llorar a un bebé. Pidió permiso para amamantarlo y le dio el pecho, con el que también amamanta a su hijo. Su compañero decidió inmortalizar el momento y dar a conocer lo que el califica "de acto de generosidad" en su cuenta de Facebook. Y este gesto de instinto maternal de Celeste se ha hecho viral.
En el mensaje de Marcos Heredia en las redes sociales (así se llama el policía que dio a conocer la iniciativa de su compañera) puede leerse la admiración que sintió por ella:
"... sin conocerlo no dudaste y por un momento cumpliste cómo si fueras su madre, no te importó ‘la mugre y el olor’ como los señores profesionales del hospital manifestaban".
Pero las reacciones fueron similares en los usuarios de las redes sociales al conocer el gesto de Celeste. ¡Ya ha sido compartido 94.000 veces y recibido 124.000 me gusta! Y la cifra no para de subir mientras escribimos.
Según informa el diario La Nación, el niño había sido separado de su madre por orden judicial y estaba en el hospital para ser tratado por desnutrición.
Ejemplos altruistas
Aunque muy hermosa la iniciativa de la agente de policía argentina y ejemplo claro de instinto maternal, por suerte no es la única madre en realizar una iniciativa solo por generosidad.
En Bebés y Más os hablamos hace poco de Luisa Fernanda Urrea, otra agente de policía 8esta de Colombia) que también amamantó a un bebé abandonado.
También Elisabeth Anderson-Sierra que se pasó 700 días extrayéndose leche a diario para donar 1.583 litros de leche materna.
O Ula, la enfermera palestina que alimentó a un pequeño palestino porque sus padres habían sufrido un accidente de coche.
Y qué decir de otra mamá reciente que decidió dar el pecho a un bebé porque estaban operando a su madre y él se negaba a aceptar el biberón.
Y muchos más ejemplos, de adultos y también de niños, que nos hacen ver que en un mundo tan capitalista, el amor por los demás sigue encontrando su hueco.
¡Por cierto! El bebé ingresado dejó de llorar en cuanto Celeste lo puso al pecho.
Fotos | Facebook
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