Henry Steinn, un joven islandés de 19 años nació mujer, pero nunca se sintió identificado con su condición sexual y decidió convertirse en hombre. Cuando solo le quedaba una semana para comenzar el tratamiento de hormonas, algo que llevaba años esperando, sus planes cambiaron de rumbo debido a una noticia inesperada: estaba esperando un bebé.
Fue un shock, tanto para él como para su pareja. Quería ser un hombre, pero el deseo de tener un bebé juntos, y a pesar de las ganas que tenía de iniciar la hormonización, decidió posponer sus planes para gestar, dar a luz y amamantar a su bebé, ya que el proceso hormonal podría poner en riesgo a la nueva vida que venía en camino.
Aunque convertirse en madre no estaba para nada en su proyecto de vida, llevó adelante su embarazo y el pasado 13 de abril nació su hija, a quien todavía amamanta.
Henry y su novio viven actualmente en la pequeña localidad de Arskogssandur junto a su hija, y asegura que le seguirá dando el pecho a su bebé el tiempo que sea necesario. Cuando acabe el periodo de lactancia, Henry reanudará su tratamiento para convertirse en hombre como siempre ha deseado.
En cuanto a la crianza de su hija, la pareja manifiesta que la educarán sin distinciones de género, y que cuando sea capaz de elegir será libre de hacer la elección que desee.
Vía | Daily Mail
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