Desde luego, la lactancia necesita una mejor imagen. Debe verse como lo que es, algo completamente normal en la vida cotidiana, ¿acaso hay algo más natural que alimentar a un bebé?
Aunque evidentemente la respuesta es no, hay mucho tabú con respecto a dar el pecho a un bebé en lugares públicos. Hay quienes se sienten ofendidos, como si se tratara de una exhibición inmoral, quienes van más allá atribuyéndolo a una provocación sexual y hasta quienes creen que puede dar una mal imagen a su comercio, bar o restaurante. Sino, vayamos algunos meses atrás para recordar algunos casos indignantes.
Lo cierto es que las madres no disponemos de sitios especiales en lugares públicos donde podamos dar el pecho a nuestros bebés. Personalmente prefiero un banco en un centro comercial o en una plaza para entretenerme mientras tanto con el paisaje. No por exhibición, porque me tapo por propio pudor y a quien le ofenda, doble problema. Pero hay muchas madres que prefieren disponer de un sitio más íntimo para hacerlo.
No son la mayoría, pero existen algunos establecimientos que ya disponen de este tipo de salas. En Galicia, la diputada del PSdeG, Laura Seara, ha solicitado a la Xunta más ayudas para instalar salas de lactancia en sitios públicos, una medida que seguramente será bien recibida por las madres gallegas. Las salas son cuartos retirados, con un asiento cómodo, un lavabo y un cambiador, algunos también con microondas, nada complicado de poner en marcha aunque algunos son verdaderos cuchitriles.
Claro que veo muy necesaria la iniciativa, pero más me gustaría que amamantar a un hijo no fuese visto como un acto que debe hacerse únicamente de puertas hacia adentro, sólo en salas habilitadas a tales efectos.
Quiero decir, creo que cada madre tiene derecho a dar el pecho a su bebé donde más le plazca, ya sea en salas especiales o en el medio de un restaurante. Las salas me parecen muy necesarias para las madres que se sientan incomodas por amantar en público pero que no sea una excusa para reprimir a las que no.
Disponer de un sitio tranquilo para alimentar a un bebé en lugares públicos es un derecho innegable, pero también lo es el hacerlo en público. Es decir, yo me ofendería tanto si me prohíben amantar en un restaurante como si me invitan a pasar a una sala de lactancia.
Vía | El País En Bebés y más | Amamantar en público En Bebés y más | Madres cuentan su experiencia de amamantar en público en diferentes países del mundo En Bebés y más | Madre echada de una biblioteca pública por amamantar a su bebé En Bebés y más | La bajan del avión por amamantar a su bebé En Bebés y más | Las británicas tendrán derecho a dar el pecho en público por ley