Hace poco más de un año les contábamos la historia de Lucía, la menor más pequeña de España en conseguir un cambio de nombre. Lucía, que había nacido como un niño llamado Luken, recibió el apoyo de sus padres cuando les manifestó a los tres años que quería ser niña.
Ahora, en México acaba de ocurrir una historia parecida, en la que una niña de tan solo seis años y que nació siendo un niño, se convirtió en la primera menor de edad en cambiar de nombre y género en su acta de nacimiento por la vía administrativa.
La primera vez que la madre de Sophía le escuchó decir un comentario en referencia a su género, fue en una visita al hospital cuando tenía un año y medio y se emocionó porque le habían quitado los pantalones para ponerle una bata. "Me dijo: 'Mami, me pusieron un vestido'", cuenta la madre de Sophía a EFE.
Desde esa edad, Sophía siempre manifestó interés y preferencia por actuar como una niña. Pero comenzó a tener problemas cuando ingresó a preescolar, a los cuatro años. Le iba muy mal en clase y cuando contó que haría una fiesta y se disfrazaría de Frozen, muchos niños se burlaron.
Las cosas eran difíciles para Sophía, sentía tristeza y aislamiento por no tener ese sentimiento de pertenencia con los niños ni con las niñas. En la escuela las maestras crearon un plan y con el apoyo de los padres, intentaron que pasara más tiempo con papá e hiciera cosas "de varones". Pero esto solo hizo que se sintiera más triste.
A los cinco años, por fin se sinceró con su madre y le dijo: "Yo no quiero ser niño, quiero ser niña". Su madre entonces no sabía nada acerca de la transexualidad infantil, así que decidió investigar para saber cómo podría ayudarle. Fue entonces cuando se contactó con el colectivo "Ser Gay", que defiente los derechos LGBTI.
Al principio había miedo y muchas dudas, pero desde las primera reuniones, toda la familia apoyó a Sophia de manera incondicional, desde sus padres, su hermano mayor, su abuela y su tía.
En casa pronto comenzó a actuar y ser tratada como niña, pero en la escuela no quisieron aceptarlo a pesar de tener un dictamen favorable de la Comisión de Derechos Humanos. Por tal motivo, se acordó cambiarla de escuela cuando iniciara su tercer grado de preescolar. Desde el inicio de ese nuevo año, Sophía siempre fue una niña para todos sus compañeros, aunque algunas maestras supieron que no siempre había sido así.
Hace un año comenzó el trámite para hacer el cambio de nombre y género en el acta de nacimiento de Sophía. Anteriormente, era un proceso muy engorroso, en el que se debía pasar por un juez, un médico y un psicólogo para poder acreditar su identidad 'trans'.
En el caso de Sophia, no fue necesario todo este proceso, basó con una opinión especializada y el apoyo del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred).
En junio, Sophía y su madre viajaron a Ciudad de México para recoger su nueva acta de nacimiento, en la que aparece con su nombre actual. Este año, Sophía comenzó su primer año de primaria y su madre se siente muy feliz por ella: "Está muy cambiada, hay una parte de ella que no la dejaba ser como era".
Después de unos años difíciles, Sophía hoy vive feliz y libre, al ser por fin quien ella deseaba, con el género con el que se identifica.
Foto | Pexels
Vía | El Siglo de Torreón
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