Ay, el mundo de las primeras citas. Divertidísimas para algunos y atemorizantes para otros, tener una cita con alguien nuevo es una moneda al aire. En el mejor de los casos, puede ir genial. Pero en el peor, bueno, mejor ni hablar.
Tuve varias citas en mis veintes y por azares del destino otras tantas en mis treintas, después de un matrimonio tóxico. Y aunque lo pasé muy bien conociendo gente y haciendo amigos, la verdad es que cuando nos encontramos en el mundo de las citas también corremos el riesgo de toparnos con gente no tan agradable.
Por ello, y para que mi experiencia te ayude a evitar errores -y horrores- que cometí en mi soltería, te comparto las tres principales red flags de una nueva cita que no debes ignorar.
Cómo tratan a los demás y cómo se expresan de otros
La forma en cómo nos dirigimos a los demás, así como las cosas que decimos sobre otras personas, estén o no presentes, dice mucho de nosotros mismos. Y, en este caso, de la persona con la que estás teniendo una cita.
Ser grosero o poco amable con el personal del lugar es una de las primeras banderitas rojas que no debemos ignorar. Si le habla a otros como si él fuera superior, no dudes que eventualmente también lo hará contigo.
También importa mucho el cómo se expresa de los demás. Algunas personas pueden criticar el servicio, pero la red flag más grande en este sentido se hace presente si llega a decir que todas sus ex novias "están locas".
Además que llamarle "loca" a otra persona no es amable, esto nos deja con dos posibles teorías: o ha tenido muy muy mala suerte (poco probable) o el problema es él e indica una falta de responsabilidad en sus acciones. Por experiencia propia puedo decir que esta frasecita es una que viene en el manual de las personas narcisistas. Así que si la dice, huye de inmediato.
Todo es demasiado bueno para ser verdad
Está claro que tenemos citas porque tenemos la esperanza de encontrar alguien con quien seamos compatibles y ver si tenemos algo en común. Pero cuando las cosas van muy rápido o todo parece perfecto, hay que estar alerta.
Es cierto, habrá casos en los que hagamos click con una persona casi desde el inicio, pero es importante no confundir compatibilidad real, con perfección forzada. La primera se dará de forma natural, mientras que la segunda no.
Si la otra persona constantemente dice "¡yo también!" a cada cosa que dices y hace o dice comentarios insinuando que estaban destinados a encontrarse, podría ser un indicador de dependencia emocional (o de un narcisista en acción, aplicándote love bombing).
Hacerme sentir incómoda
Finalmente, lo más importante y que tiene que ver tanto con ellos como con nosotros: cómo nos hace sentir. Hay muchos motivos por los que podemos sentir incomodidad en una primera cita (como nuestros propios nervios), pero por lo regular aquellas cosas que son una red flag genuina son relativamente fáciles de identificar.
Ejemplo de esto son las bromas pesadas, el hacer comentarios inapropiados y preguntas personales o no saber tomar un "no" por respuesta. Y si tampoco respeta tus límites o no te toma en cuenta para nada -como al elegir el lugar o en el momento de pedir algo de comer o beber-, es mejor que cada quien siga su camino.
Foto de portada | Cómo conocí a vuestra madre