Una bebé de tan solo 18 meses ha salvado la vida gracias a la rápida actuación de tres agentes de policía que se encontraban en la zona, y que consiguieron reanimarla tras haberse quedado sin respiración, probablemente a causa de un atragantamiento.
Los hechos ocurrieron el pasado 10 de enero en la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, pero no ha sido hasta ahora cuando hemos conocido la noticia a través del programa de televisión 'Espejo Público'.
Pudo haberse atragantado con la leche
🎥VÍDEO| Un bebé se queda sin respiración y la @policia del aeropuerto consiguieron salvar la vida al pequeño
— Espejo Público (@EspejoPublico) January 31, 2020
Estas son las imágenes del momento en el que 'saltan las alarmas' #ESP31E
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Según explicaba al programa de televisón uno de los policías que atendieron a la pequeña, la madre se encontraba dando el pecho a su bebé cuando la niña comenzó a asfixiarse, por lo que se cree que pudo haberse atragantado con la leche.
Ante los gritos desesperados de la mujer, los tres agentes que se encontraban en la zona de control del aeropuerto acudieron rápidamente para ver qué ocurría, y al llegar vieron que la bebé se encontraba inmóvil, rígida y con los labios azulados. En ese momento procedieron a realizarle las maniobras de reanimación y la niña comenzó a respirar de nuevo.
Los agentes también han explicado que tras reanimarla percibieron que su temperatura corporal era muy elevada, por lo que procedieron a despojarle de alguna de las prendas de ropa que llevaba y la trasladaron de inmediato al servicio médico del aeropuerto para una valoración.
Por suerte todo quedó en un susto y gracias a la rápida intervención de la policía, el personal médico que la atendió aseguró que la bebé se encontraba "fuera de peligro y estable".
Cómo actuar en caso de atragantamiento
Conocer primeros auxilios y técnicas de reanimación es algo que todos deberíamos saber, pues es importante saber cómo actuar en caso de accidente, ahogamiento o atragantamiento.
Ante un atragantamiento cada segundo cuenta, y aunque el pánico puede convertirse en nuestro peor enemigo, es fundamental actuar con la mayor rapidez posible y precisión, recordando los pasos más importantes:
Si el niño o adulto puede toser, animarle a que lo haga de forma enérgica para que expulse el trozo de comida u objeto que está obstruyendo su vía aérea. No le golpearemos ni moveremos, sólo le animaros a toser con fuerza.
Si el trozo u objeto alojado en sus vías aéreas le impide tomar aire para toser, la tos es débil o sus labios/piel comienzan a ponerse morados, debemos practicar las maniobras de desobstrucción de la vía aérea, siempre que la persona esté consciente.
En este vídeo, un enfermero del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid nos explica cómo hacerlo teniendo en cuenta la edad del niño, pues la forma de actuar será diferente con lactantes menores de un año, que con niños mayores de esa edad o adultos.
Es vital avisar de inmediato a los servicios de emergencia, pues además de enviarnos la ayuda pueden darnos instrucciones más precisas para socorrer al paciente.
Por otro lado, y aunque en muchas ocasiones es difícil prevenir este tipo de accidentes, hay ciertas cosas que podemos hacer para minimizar los riesgos de sufrir un atragantamiento:
Cuando hablamos de niños pequeños, hemos de ofrecer los alimentos en trozos que reduzcan el riesgo de asfixia. Si tenemos un bebé y hemos optado por la técnica del BLW para alimentarle, es fundamental estar correctamente informado y asesorado antes de ponerla en práctica, sabiendo qué alimentos y formas de presentación deben evitarse.
Los niños deben comer siempre en vigilancia de un adulto, incluso si solo están tomando líquidos, pues también podrían atragantarse como hemos visto que ha podido ocurrir en este caso.
Hay que comer tranquilos, sin prisas y masticando bien. Jamás se debe saltar, reír a carcajadas o correr mientras se come.
Ciertos alimentos aumentan el riesgo de atragantamiento en niños por lo que deben evitarse en menores de cierta edad, o bien cortarlos de tal forma que se minimicen los riesgos (como por ejemplo, las salchichas, uvas, aceitunas o cualquier alimento pequeño y con forma redonda).
Mantener fuera del alcance de los niños objetos pequeños que puedan llevarse a la boca y atragantarse, comprobar que el compartimento de las pilas de sus juguetes está debidamente cerrado (¡mucho ojo con las pilas de botón!), y no darles globos para que los inflen, pues podrían aspirarlos de manera accidental.
Vía Antena 3