¿Hasta dónde es capaz de llegar el amor de una madre? Estoy segura que si pudiéramos continuar al lado de nuestros hijos y seguir buscando la manera de hacerlos felices incluso después de que nos hayamos ido de este mundo, lo haríamos sin titubeos y con el corazón abierto.
Una madre italiana recientemente perdió la batalla contra el cáncer, pero antes de morir se aseguró de dejar mensajes y regalos para su hija de un año, de manera que aunque no esté presente físicamente, podrá acompañarla durante sus primeros 18 años de vida.
Elisa Girotto, de la provincia de Treviso, al norte de Italia, se había convertido en madre por primera vez el 21 de agosto de 2016 de una bebé llamada Alice. Ese mismo día, fue diagnosticada con cáncer de seno. En el día que para miles de madres comienza la aventura más hermosa, para Elisa comenzó al mismo tiempo un largo año de exámenes, tratamientos y operaciones para intentar vencer al cáncer.
A finales de julio de este año y tras saber que el cáncer había hecho metástasis en órganos vitales a pesar de todo el esfuerzo que se había hecho, los médicos le dijeron a Elisa y a su esposo, Alessio Vincenzotto, que sólo le quedaban dos meses de vida. "Ha sido la prueba más dura de mi vida", declaró posteriormente Alessio para Il Gazzettino.
Entonces ellos decidieron que no había tiempo que perder y aprovecharían esos dos meses que les quedaban juntos como familia. Elisa y Alessio adelantaron su boda, programada para septiembre, y se casaron en las semanas siguientes.
Por su parte, Elisa buscó la manera de continuar presente en la vida de su hija, y dedicó sus últimas semanas a preparar regalos para dejarle a Alice durante los próximos 17 años, hasta que cumpliera 18. Todo lo había comprado en línea y le dejó instrucciones específicas a Alessio para que los envolviera y se los entregara a Alice en el momento justo.
Elisa escogió muñecas, juguetes didácticos y libros para los primeros años de Alice. Para su cumpleaños número 13, su primera joya. Para los 14, un "diario secreto". Y para su cumpleaños 18 un regalo muy especial: un mapamundi, en el que dejó señalados los lugares a los que le hubiera gustado ir con Alice.
Además de los regalos, Elisa no quería que Alice olvidara la voz de su madre, por lo que le dejó grabaciones para acompañar cada regalo. Asimismo, dejó dos libretas con páginas llenas de consejos maternales para que Alice las lea cuando sea mayor.
A pesar de que hoy Elisa ya no está al lado de su hija, su amor seguirá presente a lo largo del tiempo, a través de los regalos hechos con ese amor que sólo una madre es capaz de dar, dejando una huella en la vida de la pequeña Alice.
Vía | ABC.es
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