El embarazo es una época muy bonita y llena de ilusiones (dejando de lado sus molestos síntomas, claro) en la que sin duda hay muchas decisiones y preparativos por hacer antes de la llegada del bebé, como comprar aquellas cosas que serán imprescindibles para su llegada.
Una de ellas son las prendas que usará, y que sin duda nos regala uno de los momentos más emotivos del embarazo: ese día en el que le compras su primera ropita.
A diferencia de la compra de otros artículos, como la carriola, la silla para el coche o la cuna colecho, comprar las primeras prendas tiene un detalle muy especial: esa ropita que hoy tienes en tus manos, es la ropita que algún día vestirá a tu bebé.
Si desde antes de estar embarazada ya te provocaba ternura ver los bodies y mini pijamas para bebé, observar esas pequeñas prendas e imaginar a tu bebé en ellas hace que el corazón se desborde de ilusiones y mucha emoción.
Y es que aunque las ecografías y tu barriga son pruebas más que certeras y precisas del bebé que viene en camino, el hecho de comprar esa primera ropita hace que la próxima llegada de tu bebé se convierta en algo real, tangible.
La pequeña pijama en colores pastel que has elegido, será la pijama con la que dormirá tu bebé. Esa camisetita con la simpática ilustración de un elefantito, será la ropa que usará cuando le lleves en brazos. El body más tierno que encontraste, será el con el que le vestirán por primera vez.
Quizás para otras personas sea una compra como cualquier otra, pero en el corazón de una madre siempre se conservará como el momento en el que la espera comenzó a hacerse realidad.
Comprar esa ropita, así como lavarla y prepararla para él, es uno de los primeros actos de amor que harás como madre, y aunque en definitiva todas las prendas de bebé son especiales, ninguna se compara con la emoción de tener en tus manos esa primera ropita para tu bebé.
Foto de portada | Amina Filkins en Pexels