Por qué trabajar fuera de casa me ayuda a ser mejor madre
La mayoría de las madres pertenecemos a uno de estos dos grupos: las que se quedan en casa con los hijos o las que salen de ella para ir a trabajar. Siempre he pensado que ambas situaciones son muy particulares y compararlas es algo un tanto ridículo, pues ninguna es mejor que otra.
Desde mi experiencia personal como madre que ha estado en ambas situaciones, y que en otras ocasiones ha hablado de mi vida como madre que se queda en casa, ahora quiero compartir algunas de las ventajas y contarte por qué considero que trabajar fuera de casa me ayuda a mí a ser mejor madre.
Como he contado en otras ocasiones, a pesar de que tengo pocos años siendo madre, he tenido la oportunidad de vivir y experimentar muchas cosas, entre ellas, el trabajar fuera de casa y también el quedarme en casa con mi hija. Conozco las ventajas y desventajas que cada una de estas situaciones proporciona.
Creo que es absurdo caer en esa comparación en la que se busca aclarar o definir quién lo tiene más fácil o difícil, si las madres que trabajan fuera o las que se quedan en casa, porque recordemos que cada madre-hijo es un mundo y cada mujer vive la maternidad de forma diferente.
Incluso si dos o más madres tuvieran exactamente la misma rutina, mismos horarios y mismas actividades, cada se sentiría diferente acerca de su maternidad, pues todas tenemos diferentes formas de pensar y de manejar o llevar nuestras emociones.
Por qué trabajar fuera de casa me ayuda a ser mejor madre
Durante la época que yo fui madre que trabajaba fuera de casa tuve la oportunidad de compartir experiencias y momentos con otras mujeres que también eran madres y trabajan en mi oficina. Así que partiendo desde mi experiencia personal y lo que yo veía y hablaba con mi antiguas compañera de trabajo, quiero compartirte las razones por las que considero que trabajar fuera de casa me hizo mejor madre.
Valoras más el tiempo con tus hijos
Con esto no quiero decir que quienes tengan más tiempo con ellos no lo hagan, sino que simplemente, al trabajar fuera de casa y lejos de tus hijos los momentos en los que finalmente están juntos son más que especiales e incluso hasta podría decir que se vuelven intocables: nada es más importante que esas horas juntos.
Te desconectas de todo para enfocarte en ellos
Algo que siempre me pasaba a mí cuando trabajaba fuera de casa, era que al llegar de nuevo a mi hogar después de un largo día de trabajo lo primero que hacía era prácticamente lanzar mi bolso y olvidarme de mi teléfono y todo lo que su uso conlleva (redes sociales, pendientes del trabajo, etcétera).
De este modo, cuando volvía centraba todo mi enfoque y atención exclusivamente a estar con mi hija, para ponernos al día, disfrutar todas esas pequeñas cosas que hacía y compensar un poco todas esas horas que estuvimos separadas.
Aprendes a administrar mejor tus tiempos
Si bien el quedarse en casa también requiere se organización, es fácil salirse un poco de los tiempos. El estar acostumbrada a cumplir una rutina y horario de trabajo, me ayudaba a ser más organizada o más consciente del tiempo.
De este modo, el trabajar fuera de casa nos puede ayudar a organizarnos mejor y coordinar fácilmente todas las actividades de la familia, dándole así otro uso a las herramientas que hemos aprendido trabajando fuera de casa.
Le das un buen ejemplo a tus hijos
Hay estudios que dicen que los hijos de las madres que trabajan fuera de casa son más inteligentes o terminan teniendo mejores puestos de trabajo. Quedándome con lo positivo de esto y sin hacer menos mi actual papel de madre que se queda en casa, creo que tiene algo de cierto, en el sentido del ejemplo que le damos a ellos cuando salimos a trabajar.
El ver a una mujer que sigue su carrera y es dedicada en lo que hace fuera de casa, es una forma de enseñarle a nuestros hijos diversos valores como la responsabilidad, la puntualidad, la organización y perseverancia, entre otros.
Todo tiene sus ventajas y desventajas
Como te comentaba al inicio, el poder vivir ambas experiencias me hizo conocer su lado bueno y su lado no tan bueno. Pero además me enseñó a apreciar cada una de ellas. Es cierto que cuando trabajas de casa puedes perderte de mucho, pero siempre es por una buena razón: darle lo mejor a tus hijos.
Así que veamos las cosas por el lado positivo: quizás no estuve presente en varias de las primeras veces de mi hija, y me perdí algunos momentos a su lado. Pero trabajar fuera de casa me hizo crecer como persona, y por lo tanto, ayudarme a ser mejor madre.
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