La muerte o pérdida perinatal es aquella que se sucede durante el embarazo a partir de las 22 semanas de gestación, el parto o los primeros días de vida del bebé. Se trata de una de las situaciones más dolorosas que una familia puede enfrentar, pudiendo llegar a ser una experiencia realmente traumática.
La atención hospitalaria en estos casos ha mejorado en las últimas décadas, y cada vez son más los profesionales concienciados con la importancia de establecer protocolos específicos que ayuden a los padres a afrontar de la mejor forma posible este duelo tan complejo.
De entre los muchos aspectos que están cambiando con respecto al duelo perinatal, destaca la posibilidad de fotografiar al bebé fallecido o conservar algunos recuerdos. Esta práctica ayuda a transitar el duelo y está recomendada por psicólogos perinatales y asociaciones como UmaManita.
Hemos hablado sobre fotografía de duelo con Diana Crego, psicóloga perinatal perteneciente a la Asociación de Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal de Euskadi y Navarra (Esku Hutsik) y creadora del proyecto Mi Tribu Psicología Perinatal.
Fotografías de duelo perinatal: cómo ayuda a los padres conservar este recuerdo de su bebé
La fotografía de duelo perinatal tiene como objetivo dar visibilidad al bebé fallecido, a ese hijo que aunque se ha marchado demasiado pronto, ha existido y existirá siempre en la memoria de sus familiares y seres queridos.
Para los padres, este tipo de fotografías tienen un valor incalculable, pues gracias a ellas podrán recordar por siempre cómo era su hijo, conectar con él/ella, presentárselo a su entorno y tener un recuerdo tangible de su breve paso por este mundo.
La Asociación de Duelo Perinatal, UmaManita, considera que tanto esta práctica como las cajas de recuerdos pueden ayudar a las familias en su proceso de duelo, una opinión que también comparte la psicóloga, Diana Crego.
"Los recuerdos facilitan el proceso de transición del duelo porque transforman el dolor en amor. Nos conecta con ese bebé al que tanto hemos querido y que siempre recordaremos. De igual manera, ayuda a resignificar nuestra vida sin ese bebé y a adaptarnos a la nueva etapa que comenzamos".
"Las fotografías y objetos como un gorrito, la pinza del cordón, un peluche o una manta, adquieren un valor incalculable para los padres. Es una forma de mantener viva la memoria de su bebé, dándole valor e identidad a esa vida perdida" - concluye la experta.
Informar y dar tiempo para que los padres decidan libremente
Cuando unos padres dan a luz a un bebé sin vida o que fallece al poco tiempo de nacer, probablemente lo que más deseen es poder despedirse adecuadamente, sin prisas, conociendo y amando a ese hijo que tanto anhelaban. Por fortuna los protocolos están cambiando, y atrás quedaron esos tiempos en los que se escondía al bebé para evitar a los padres el sufrimiento de verle.
No obstante, debido al estado de shock que produce esta situación, muchos padres que han perdido a sus bebés no piensan inicialmente en la idea de hacer fotos a su hijo fallecido o guardar algún recuerdo de él. Es probable que incluso desconozcan que existen profesionales que ofrecen estos servicios en estos difíciles momentos.
Es por ello que la psicóloga Diana Crego cree necesario que desde los hospitales se informe a los padres sobre la posibilidad de realizar dichas fotografías, "dando espacio y tiempo a la familia para que tome la decisión libremente, con calma y teniendo a alguien disponible en el caso de que surjan dudas o preguntas".
Pero tan importante es informar de esta posibilidad, como respetar la decisión que tomen los padres, aceptando que no todos desean hacer fotos a su bebé en esos momentos. Sin embargo, y dado que según los expertos la mayoría de padres que no conservaron fotos o recuerdos de sus bebés se acaban arrepintiendo con el tiempo, Diana cree que sería buena idea que el personal sanitario sacara fotos al bebé - previa autorización de los padres- y las custodiara durante un tiempo hasta que la familia tomase una decisión.
Algunos hospitales de nuestro país ya ofrecen esta opción a los padres, e incluyen las fotografías de duelo y cajas de recuerdos en sus protocolos de asistencia al duelo perinatal. Un ejemplo lo encontramos en la Guía de Atención al Duelo elaborada por SESPA (Servicio de Salud del Principado de Asturias).
Siete de cada diez padres sale del hospital sin ningún objeto de recuerdo
Tristemente, aún queda mucho camino por recorrer. No en vano, según el Informe Umamanita publicado en 2018, siete de cada diez familias que sufren la muerte de su bebé durante el embarazo sale de los hospitales españoles sin objetos de recuerdo. Además, nueve de cada 10 no recibe ningún tipo de información al respecto o la información recibida es escasa.
Para Diana Crego, los motivos que explicarían estos impactantes datos serían principalmente dos:
- Las prisas por acelerar el proceso, debido al malestar general que provoca este tipo de situaciones
- Y la falta de formación en duelo perinatal de los profesionales sanitarios que están atendiendo a los padres.
Por eso, la psicóloga quiere hacer un llamamiento a los profesionales que tratan a los padres en estos momentos:
"Si como profesionales no nos sentimos cómodos con esta situación, sería adecuado solicitar a nuestro hospital una formación para enseñarnos cómo acompañar el duelo. También es importante ofrecer a las familias recursos en los que apoyarse, como las asociaciones y grupos de duelo gestacional, perinatal y neonatal, así como de psicólogos perinatales especializados en duelo".
Cómo son las fotografías de duelo y cajas de recuerdos
Existen diversos tipos de fotografías de duelo y muchas formas de hacerlas. Cada familia debe poder elegir aquella con la que se sienta más cómoda y considere más acorde a su situación.
Por ejemplo, se pueden hacer fotografías al bebé fallecido tumbado en su cunita, en brazos de sus padres, rodeados de sus familiares, fotografiar el detalle de sus manos o pies... Estas fotografías pueden hacerlas los propios padres o cualquier otra persona que ellos decidan, siendo en este caso imprescindible extremar la sensibilidad, discreción y respetar el espacio que los padres necesitan.
También existe la posibilidad de hacer fotografías a posteriori con los recuerdos del bebé, cuidando la composición de la misma, los detalles e incluso añadiendo retoques fotográficos bonitos y emotivos.
Pero en España no es una práctica extendida en la actualidad, pese a que a principios del siglo pasado fotografiar a las personas fallecidas era algo habitual y natural.
En nuestro país existen pocos profesionales dedicados a la fotografía de duelo. La más conocida es Norma Grau. Norma es fotógrafa, psicóloga, docente y autora del Proyecto Stillbirth, un proyecto pionero en España dedicado a las despedidas, rituales y a la creación de recuerdos para las familias en duelo perinatal. Otros profesionales especializados en fotografía de duelo perinatal son Alas de Luz o Eva Gascón.
Por su parte, las cajas de recuerdos son una práctica bastante más extendida que las fotografías. Muchas unidades obstétricas y neonatales las preparan y entregan a los padres para que puedan llevarse un recuerdo tangible de su bebé. Este tipo de cajas suelen contener objetos que tuvieron relación o contacto con el bebé fallecido, como la pulsera identificativa, sus huellas, la pinza de cordón, el gorrito o un mechón de pelo.
Si estás pasando por esta situación, te recomendamos hablar con tu hospital las diferentes opciones que ofrecen, o ponerte en contacto con alguna de las Asociaciones de Duelo que existen en nuestro país.