Nuestro sistema educativo avanza, aunque sea a paso lento: introducción de nuevas tecnologías, intentos de que el peso no recaiga siempre en la memorización, clases más interactivas, una mayor comprensión de las necesidades de alumnos según su desarrollo.
¿O no?: conductismo en las aulas, el mismo tipo de mobiliario que se utilizaba hace 20, 30, 40 años, transmisión de conocimientos por materias como si fueran ‘compartimentos estancos’, falta de motivación por parte de los alumnos. Los resultados que ofrece España a tenor del porcentaje de fracaso escolar no son muy halagüeños, y yo no le tiraría la culpa sólo a los alumnos diciendo eso de que ‘tienen que aprender a esforzarse más’.
En cualquier caso os quería hablar de un modelo que dista mucho del que observamos en nuestro entorno, tanto por el diseño de espacios como por el papel que se otorga a los estudiantes. Pero ¿es oro todo lo que reluce?
Las escuelas Vittra (Suecia) proponen una educación sin aulas donde los niños pueden aprender a su ritmo y con mucha libertad. Un sitio dónde se encuentran y se conocen sin que nadie los separe niños de educación Infantil y Primaria.
En Vittra priorizan los espacios abiertos y creativos, la sólida implantación de tecnologías, y un aprendizaje bilingüe real (sueco / inglés). ¿Qué es exactamente lo que buscan los padres cuando matriculan a sus hijos en una escuela Vittra?, pues se valora que permitan a los peques aprender en base a la experiencia, que se fomente la auto confianza, y que tengan la oportunidad de desarrollar la comunicación y las relaciones interpersonales con otros niños sin importar su edad. Además parece que los docentes son capaces de orientar el enfoque de los estudios según las necesidades de cada alumno.
Pero este tipo de educación… ¿es muy caro?, pensará más de uno; pues no porque las Vittra son concertadas, es decir puede que los progenitores deban asumir más gastos que en una pública (como en España), pero son escuelas financiadas por el Estado. Además si os vienen ganas de iros a Suecia, debéis saber que existe la obligación en los centros educativos, de proporcionar a los alumnos con raíces extranjeras, el aprendizaje de la lengua del país del que procede.
¿Es todo tan bonito como lo pintan?
A mí hay tres aspectos que me gustan mucho del modelo: los espacios, el hecho de que tengan mucha interacción alumnos pequeños con grandes, y que se permita el aprendizaje activo. De hecho las innovaciones de las escuelas más alternativas son muy valoradas por docentes de otros países que piensan que pueden servir como referentes.
Pero claro, no hay novedades sin críticas, y estos colegios no se libran de estas últimas: hay quien afirma que el sistema funciona muy bien con niños inteligentes y disciplinados, pero que la atención a alumnos especiales no es demasiado buena. También hemos podido leer que el número de profesores a cargo de cada grupo de alumnos es inferior al de las escuelas públicas (aunque superior sin dudarlo al que tienen nuestros niños en España) En cualquier caso el modelo en sí, y más teniendo en cuenta que los gastos están costeados por el Estado, tiene muchas cosas de las que se pueden extraer ideas, siempre que tengamos en cuenta que al tratarse de dinero público debería existir (desconozco si será así) un control por parte de la Administración.
¿No os llama la atención el modelo atendiendo a su decorado?
Las fotos que ilustran el post son de la escuela Vittra de Telefonplan (en Estocolomo) y los espacios han sido diseñados por el estudio de Rosan Bosch: árboles inertes que sirven de inspiración para pensar, un iceberg central que alberga la pantalla de proyecciones, la sala de ejercicios, las casetas para que los niños se reúnan espontáneamente.
Todo el entorno de esta escuela es en sí mismo una herramienta pedagógica
Por si no fuera aún suficientemente atractivo, os diré que los profesores no se sitúan junto a la pizarra para escribir dictados, sino que recrean situaciones de la vida real, para estimular la creatividad y la capacidad de resolver problemas de los niños. Además los niños tienen a su disposición equipos portátiles para trabajar en grupo.
Los resultados del sistema educativo Sueco
Puede que estas escuelas marquen una diferencia, dentro y fuera del sistema educativo Sueco, pero me gustaría aquí recuperar la visión de la pedagoga sueca Inger Enkvist, que es muy crítica con la educación de su país.
La señora Enkvist es también asesora de educación para su Gobierno, y afirma que la corriente enfocada a democratizar la educación ha provocado resultados descendentes en lo académico y un incremento de faltas de respeto hacia los profesores y entre los alumnos. Aunque parece que estos resultados pueden ser también atribuibles a los cambios sociales, la experta manifiesta que los buenos resultados del otro país nórdico y de los que tanto hemos oído hablar (Finlandia), están basados en mantener estable un sistema a lo largo de los años, y potenciar el esfuerzo de los alumnos.
Para mí el suscitar interés por aprender en lugar de forzar los aprendizajes, es un planteamiento que tiene mucho sentido, y en ese aspecto no creo que vayan muy desencaminados en Suecia. Pero es verdad que para que los alumnos puedan llegar a auto regularse y ejercer libremente sus derechos, debe haber una conciencia de la convivencia en sociedad, y para eso, está claro que necesitan la guía de adultos experimentados y con sentido común. Aprender sin límites no creo que de buenos resultados, como no los da considerar a los alumnos cual si fueran objetos inanimados en los que verter conocimientos que muchas veces no tienen nada que ver con sus experiencias cotidianas (y esto nos suena mucho por aquí, ¿verdad?)
Imágenes | Escuela Vittra Telefonplan
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