Pretendemos ser una sociedad avanzada, y sin embargo aún perduran en nuestro entorno los estereotipos que vinculan a niñas o niños con determinadas actividades. En mi opinión los hombres y las mujeres no somos iguales (y esto se evidencia desde la biología fundamentalmente) pero creo que si no reflexionamos sobre la discriminación por razones de género, podemos caer en situaciones graves de inequidad. Es decir una cosa es lo que somos y otra las metas que podemos llegar a conseguir (si nos dejan).
Os cuento esto porque ya falta menos de un mes para que se celebre el Día Universal de los Derechos de la Infancia: una fecha para reflexionar, reivindicar y hablar sobre de los derechos de los más pequeños, que no por serlo, se merecen menos atención.
Este año desde la Plataforma de la Infancia nos invitan a ponernos las ‘lentes de género’ con el objetivo de enviar mensajes a las chicas y a los chicos, que ayuden a desterrar los mitos sobre lo que pueden o no pueden hacer niños y niñas, mujeres y hombres, adolescentes… Las entidades miembros de la Plataforma ya han recibido su invitación para que los menores con los trabajan puedan pasar por un proceso previo de participación durante el que se formaran, tomarán conciencia y conocerán los derechos de los niños, en el marco de la Convención que los declaró.
Existen muchos mitos sobre qué deben o pueden hacer hombres, mujeres, niños y niñas…pero en el fondo todos los niños y niñas quieren viajar, jugar, correr o brincar
Niños y niñas que tienen los mismos derechos, niñas y niños que en el fondo quieren lo mismo, aunque conseguirlo no siempre es fácil. A través de los años se han perpetuado sin que seamos demasiado conscientes algunos roles y creencias que dificultan una adecuada participación de las chicas en la sociedad. Si, lo sé: la situación ha cambiado en las últimas décadas, pero ¿estamos en un punto aceptable para todos?
De entre las actividades que la Plataforma de la Infancia ha diseñado para que sean realizadas por colectivos que trabajan con niños, me ha llamado la atención el cuento ‘¿hay algo más aburrido que ser una princesa rosa?’, que está adaptado para personas con discapacidad auditiva y va dirigido a niños y niñas de seis a ocho años.
Me quedo con la frase: ‘y así una tras otra, las princesas dejaron de ser princesas, y comenzaron a viajar, a jugar, a correr y a brincar. Y olvidaron sus vestidos rosas, y se vistieron… de todos los colores del arco iris’
Me recuerda mucho a mi niña que intercambia vestidos de princesa con sus amigas, y se los pone (se engalana más bien), aunque después se da cuenta de que con ellos es difícil que pueda realizar sus actividades preferidas (¿imagináis una princesa trepando por la montaña?).
En este enlace encontraréis información del resto de iniciativas pedagógicas para celebrar el Día de los Derechos de la Infancia con ‘lentes de género’: entre ellas unos talleres muy interesantes para que los adolescentes reflexionen sobre los roles sociales establecidos para chicas y para chicos.
Si trabajáis con niños y queréis participar en estas actividades, deberéis contactar con S Viviana Dipp Quitón, eventos@plataformadeinfancia.org.
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