Seguimos hoy con nuestro repaso por el Antiguo Testamento descubriendo los nombres de las heroínas biblicas, contando su significado y recordando sus vidas llenas de emociones y enseñanzas. Además esperamos que estos preciosos nombres femeninos os inspiren si estáis decidiendo el que tendrá vuestro bebé.
Debo deciros que estoy disfrutando muchísimo con esta serie de artículos. Hacía ya años que había leído la Biblia pero no recordaba bien todas las historias y redescubrirlas para contároslas me está acercando de nuevo a este libro fascinante, terrible a veces y lleno de conocimiento. Además, de paso, mi hijo también está aprendiendo mucho.
Nos quedamos en el Libro de Jueces, aunque dimos un saltito para hablaros de la madre del profeta Samuel. Ahora retrocedemos, pues no podemos dejar de nombrar a una de esas mujeres de mala fama y poderosa voluntad que también aparecen en la Biblia: Dalila.
Luego seguiremos con el Libro de Ruth, uno de los más antiguos de la Biblia y, posiblemente, uno de los más tiernos. Os contaremos sobre Ruth y Noemí.
Dalila
Sansón era un héroe de fuerza hercúlea e indómita voluntad que se había enfrentado a los filisteos, enemigos de Israel, ya en numerosas ocasiones venciéndoles siempre. Su poder venía de Dios, al que su madre había consagrado teniéndolo en su vientre y, por tanto, debía cumplir una serie de preceptos durante toda su vida: no cortarse el cabello, no beber vino y ser fiel a los mandatos divinos.
Pero Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila y ella fue tentada por los filisteos que le ofrecieron muchísimo dinero si lo seducía y traicionaba. Ella accedió y se convirtió en su compañera.
Como prueba de amor noche tras noche Dalila le exigía a Sansón que confiara en ella y le contara donde radicaba el secreto de su fuerza sobrehumana. Finalmente el claudicó y se lo contó: no podía cortarse el pelo. Mientras dormía Dalila lo recostó en sus rodillas y le corto sus siete trenzas, atándolo fuertemente y, cuando despertó y sus enemigos cayeron sobre él no pudo enfrentarlos y fue vencido. No sabemos que sería de Dalila después de su traición.
El nombre de Dalila proviene del hebreo DELILAH, que puede significar débil y/o anhelo, depende de las vocales, que en principio en hebreo están “ocultas” al escribir. Suele traducirse por “debilitadora”, quizá la historia y el significado no sean sugerentes, pero desde luego el nombre si es precioso.
Noemí y Ruth
Noemí era una hebrea casada con un hombre llamado Elimélec, de la tribu de Judá. Con su marido y sus dos hijos varones emigró a Moab debido a una hambruna en su lugar de origen. Allí vivió muchos años y sus hijos terminaron casándose con mujeres de la región que no eran hebreas. Pero, pasado el tiempo, tanto el esposo como los hijos fallecieron, dejando a Noemí sin familia directa que cuidara de ella en su ancianidad.
Noemí cambió su nombre, que significa “digna de ser amada” o “agradable” y quiso que se la conociera como Mara, debido a su desgracia, pues esa palabra significa “amarga”.
Noemí decidió volver a su pueblo, Belén, y despidió a sus nueras, a las que quería mucho, aconsejándoles que volvieran a la casa de sus padres y siguieran con sus vidas, se casaran de nuevo y tuvieran sus propios hijos. Una de ellas, Orpá, cuyo nombre significa “rígida” o “que da la espalda” accedió y la dejó, aunque se marchó triste. Pero la otra nuera, Ruth, se negó a abandonarla y le prometió seguir a su lado como fuera su hija, cuidándola y preocupándose de que no le faltara sustento aunque eran completamente pobres.
Es entoces cuando en el libro de Ruth podemos encontrar uno de los pasajes más citados de la Biblia y, en mi opinión, uno de los más bellos. Se trata de lo que Ruth le dice a su suegra cuando esta la trata de convencer para que se aleje de su lado.
No me ruegues que te deje, y que me aparte de ti: porque donde quiera que tu vayas, iré yo; y donde quiera que vivas, viviré yo. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.
Llegadas a Belén, Noemí le dijo a Ruth que acudiera a los campos de un rico terrateniente con el que estaba emparentado su difunto marido. Este pariente era Booz, hijo de Salmón y de Rahab, aquella que había sido la prostituta que ayudó en la toma de Jericó de la que ya os hablé.
Ruth espigaba los campos de Booz, es decir, caminaba detrás de los trabajadores que recogían la cosecha de grano, recogiendo lo que se les caía. Booz, enterado de su triste historia y de su virtuoso comportamiento con su suegra, hizo que se la tratara bien, no se la molestara y que le dieran de comer.
Finalmente Noemí le aconsejó a Ruth que acudiera a la era de noche, cuando los hombres dormían allí tras el duro trabajo y se acurrucara a los pies de Booz, en señal de estar bajo su protección.
Booz, finalmente, quedó prendado de la sencillez y fortaleza de la joven Ruth y decidió casarse con ella, a pesar de que no era hebrea de nacimiento, siendo padres de Obed, al que Noemí cuidó como si fuera su verdadera abuela ya que ella no tendría nietos propios. Además, este Obed será el bisabuelo del rey David y, a través de Salomón, antepasado según las genealogías que se nos ofrecen en el Nuevo Testamento, de Jesús, para quien, como hemos visto, el pasado de sus abuelas no importaba.
El nombre de Ruth se traduce como “amistad” o “compañera” y, la verdad, además de ser un nombre precioso tiene detrás a una mujer digna de admiración.
Seguiremos leyendo el Antiguo Testamento y ofreciendo las historias más bonitas de sus heroínas, contando el significado de esos preciosos nombres femeninos para que podáis valorarlos si estáis buscando uno para vuestros bebés.
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